Manifestantes de Ayotzinapa derriban con un vehículo la puerta del palacio presidencial en México

Allí fueron repelidos con gases irritantes por militares equipados con escudos y a cargo de la seguridad del Palacio Nacional, en el centro de Ciudad de México, ha explicado a AFP un operador de cámara presente en el lugar.

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Milton Merlo | corresponsal en méxico

El fugaz asalto ocurrió mientras López Obrador ofrecía su habitual conferencia de prensa matutina y, paradójicamente, hablaba del caso Ayotzinapa. «Es un plan de provocación clarísimo», ha dicho al ser informado por una reportera de lo que ocurría en el exterior.

Llegaron «a la entrada nada más», sin llegar a entrar al palacio, ha señalado a AFP el portavoz presidencial, Jesús Ramírez. Los manifestantes también rompieron cinco ventanas a pedradas y dejaron varias pintadas, en una de las cuales se leía «solo queremos un diálogo».

Entre los manifestantes había estudiantes, activistas de derechos humanos y familiares de algunos de los 43 jóvenes desaparecidos en septiembre de 2014 en la localidad de Iguala en el estado de Guerrero. Este caso desató una ola de indignación mundial y es considerado una de las peores violaciones de derechos humanos cometidas en México.

López Obrador ha asegurado que está dispuesto a reunirse con los padres de los estudiantes, pero ha reiterado su denuncia de que abogados y asesores de los familiares lo impiden porque están usando la tragedia con fines políticos y para lucrarse, y entorpecen las investigaciones.

El presidente delegó en un subsecretario de Gobernación (Interior) la recepción de las familias y sus representantes, que han explicado a la prensa que los manifestantes recurrieron a la fuerza al no ser recibidos más temprano en ese despacho.

Desde hace varios días, alumnos de la escuela de formación de profesores de Ayotizanapa han estado realizando actos de protesta en Guerrero y Ciudad de México, donde han instalado un campamento frente al Palacio de Gobierno, donde vive el presidente y que este miércoles han atacado con piedras y palos.

«Quisieran que respondiéramos de manera violenta, no lo vamos a hacer, no somos represores (...) Se va a arreglar la puerta y no hay problema«, ha afirmado sereno el mandatario poco antes de concluir su conferencia a la hora habitual.