Macron trata de relanzar su liderazgo buscando un pacto global Norte-Sur

La ONU, el G20, la UE, la OCDE, la ODD, las COP, llevan años intentando abordar esos mismos problemas, con resultados muy «mitigados» y divisiones muy profundas, entre aliados europeos, aliados trasatlánticos y las grandes potencias del Norte y el Sur del planeta.

Siempre optimista, el presidente francés ha comenzado por proponer al presidente de los EE. UU., la presidenta de la Comisión europea, el presidente del Brasil, el canciller de Alemania, el primer ministro del Reino Unido y el presidente de los Emiratos Árabes Unidos, entre otros dirigentes y representantes de poco menos de un centenar de Estados, un proyecto «común», que será esbozado en términos muy genéricos, en París, entre jueves y viernes, sentando las bases teóricas de un Nuevo Pacto Financiero Mundial (NPFM).

Consagrado Pedro Sánchez a sus tareas electorales más urgentes, Nadia Calviño, buena conocedora de los arcanos de la retórica financiera europea, representará a España en las reuniones de trabajo, forzosamente teóricas, a caballo entre el «reality show» y la ciencia ficción más voluntariosa.

En tanto que presidente del país que ha organizado la cumbre fundacional de un posible Nuevo Pacto Financiero Mundial, Emmanuel Macron comenzó fijando el objetivo último del proyecto: «Debemos repensar las relaciones Norte / Sur. Ningún país debe estar condenado a elegir entre pobreza y protección del planeta».

Ambición que comporta un rosario impresionante de gigantescos problemas de fondo. Los representantes de cerca de un centenar de Estados deberán avanzar los peones que consideren esenciales, prometiéndose «trabajar juntos» por intentar alcanzar algunos de los objetivos.

«Estamos unidos en la determinación para conseguir un nuevo consenso mundial», han repetido, de entrada, Emmanuel Macron, Joseph Biden, Ursula von der Leyen, Luiz Inacio Lula da Silva, Olaf Scholz, Rishi Sunak, Mohammed Ben Zayed Al Nahyane. Afirmada la «unión», los participantes deberán explicar o prometer como alcanzar objetivos estratégicos en estos terrenos:

1. Cómo financiar el cambio climático de manera «solidaria». El NPFM debiera estudiar cómo conseguir entre 90.000 y 100.000 millones de euros. ¿Con impuestos? ¿Con deuda? ¿Quién paga qué?

2. Cómo afrontar el gigantesco problema de las deudas públicas que amenazan la estabilidad de una docena de Estados africanos.

3. Cómo acelerar la producción de riqueza con nuevas inversiones, privadas y multi estatales que permitan combatir el incremento de la pobreza en los países del Sur, donde el año pasado aparecieron unos 120 millones de «nuevos pobres».

«Resueltos» algunos de esos desafíos, entre otros, Norte y Sur deberán abordar el problema inflamable y trágico de las relaciones diplomáticas y militares en la nueva escena mundial. Una gran mayoría de los países del Sur apoyan directa o indirectamente la guerra colonial de Rusia contra Ucrania, cuando los aliados trasatlánticos estiman que la seguridad de Ucrania es indisociable de la seguridad de Europa.