Macron recupera a figuras de la época de Chirac y Sarkozy en su nuevo Gobierno y confirma su giro a la derecha

En un gobierno de diez ministros importantes al frente de todos los grandes ministerios han sido confirmadas o incorporadas personalidades de derechas, que trabajaron con Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, los dos últimos presidentes conservadores de Francia.

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Bruno Le Maire (54 años) ha sido confirmado ministro de Economía. Es un católico conservador, padre de familia numerosa, que aspiraba a la jefatura del Estado, como líder conservador, el 2017.

Gérald Darmanin (61 años) es confirmado como ministro del Interior. Fue portavoz personal de Nicolas Sarkozy.

Rachida Dati (58 años) ha sido nombrada ministra de la Cultura. Es la gran revelación del cambio de Gobierno. Hija de inmigrantes magrebíes, su madre fue una musulmana iletrada y varios de sus hermanos estuvieron en la cárcel por tráfico de drogas. Sarkozy la nombró ministra de Justicia.

Aceptando el ministerio que le ha ofrecido Macron, Dati abre una nueva crisis de la derecha histórica. Éric Ciotti, líder de Los Republicanos (LR, el partido de Sarkozy), anunció con rapidez la «expulsión» de la nueva ministra, que comienza una nueva carrera, aspirando a conquistar la alcaldía de París.

Éric Dupond-Moretti (62) es confirmado como ministro de Justicia. Uno de los abogados más famosos y ricos de Francia, es célebre por sus posiciones de derecha firme. Ha ganado varias batallas políticas con las asociaciones de abogados de izquierdas.

Sébastien Lecornu (38 años) es confirmado como ministro de la Defensa. Ha militado en la derecha tradicional desde la adolescencia. Conservador moderado se dice que siente alergia hacia las izquierdas.

Ese es el orden protocolario y jerárquico del nuevo Gobierno francés, que gira totalmente hacia el conservadurismo tradicional. Para intentar salvar su segundo mandato presidencial ha recurrido a personalidades formadas con Chirac y Sarkozy, los líderes históricos del conservadurismo francés.

En un segundo plano, relativo, hay otros nombramientos, mayoritariamente a la derecha centrista o liberal.

Catherine Vautrin (63 años) ha sido nombrada ministra del Trabajo. Toda su vida política ha militado a la derecha, desde muy diversos cargos técnicos. Se hizo célebre protestando contra el matrimonio homosexual.

Amélie Oudéa-Castéra (55 años), ministra de Educación y Deportes, es, al mismo tiempo, una gran tenista y una funcionaria emérita. Fue, durante un tiempo, la compañera sentimental de un gran tenista brasileño, Gustavo Kuerten. Toda su carrera está salpicada de grandes homenajes liberal-conservadores a la vida deportiva. Sobre ella recae la tarea nacional de orquestar los Juegos Olímpicos del verano que viene.

Marc Fesneau (54 años), ministro de Agricultura, es un centrista que deberá conquistar el electorado campesino, uno de los más conservadores de Francia, que vive una trágica crisis. En Francia se sucidian entre 300 y 400 agricultores cada año.

Christophe Béchu (49 años), ministro de la Transición ecológica, es un conservador centrista, moderado.

Sylvie Retailleau (58 años), confirmada como ministra de la Educación nacional es una científica reputada, universitaria, famosa por su «sentido de la autoridad».

La confirmación del giro a la derecha de Emmanuel Macron y su proyecto gubernamental, presidencial, también es el gran prólogo de un nuevo duelo político nacional: entre Macron y Marine Le Pen.

Francia y los electorados franceses han girado a la derecha de manera espectacular. Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el partido de Le Pen tiene más votos que todas las izquierdas juntas y aspira a convertirse en el primer partido de Francia en las próximas elecciones europeas, el mes de junio. Macron aspira a resistir contra esa evolución política de fondo, proponiendo un gobierno de derecha tradicional.