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Dimite la primera ministra de Francia, Élisabeth Borne

Borne ha dejado el cargo en plenos rumores de una remodelación en profundidad del Gobierno

Macron encara un año electoral clave en Europa hundido en las encuestas de popularidad

La primera ministra francesa, Élisabeth Borne AFP
Juan Pedro Quiñonero

Juan Pedro Quiñonero

Corresponsal en París

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Tras cuatro días de amargo suspense, Emmanuel Macron anunció pomposamente, la tarde del lunes, el despido de su primera ministro, Élisabeth Borne (62 años), abriendo, al fin, la crisis de Gobierno que debiera anunciar los inciertos nuevos rumbos de la política francesa.

A última hora de la tarde del lunes, el presidente de la República, publicó este comunicado oficial: «Señora primera ministra, Élisabeth Borne, su trabajo al servicio de la Nación ha sido ejemplar. Puso en práctica nuestra política con mucho coraje, confirmando su compromiso y la determinación de las mujeres de estado. De todo corazón, gracias».

La segunda jefa de Gobierno de la historia de la V República ha durado en el cargo diecinueve meses. Su lejana antecesora en el puesto de primera ministra fue Édith Cresso, jefa de Gobierno de François Mitterrand durante diez meses, entre 1991 y 1992.

El despido solemne de Borne 'solo' es el principio de la crisis, que deberá seguir estos pasos, con relativa rapidez, entre 12 horas y dos días: nombramiento de un nuevo jefe de Gobierno; nombramiento de un nuevo equipo gubernamental. Queda por ver qué proyectos tiene el presidente Macron, caído muy bajo en los sondeos.

Entre el mes de mayo del 2022 y este lunes, Borne ha puesto en práctica los modestos proyectos reformistas de Macron, sufriendo personalmente un rosario de crisis graves.

La gran reforma del Sistema Nacional de pensiones tuvo un costo político grave: meses y meses de huelgas y revisiones del proyecto, que terminó aprobándose con un desgasto político muy duro, para Borne y para Macron.

La gran reforma / cerrojazo del modelo nacional de control de la inmigración terminó aprobándose con el apoyo parlamentario de la derecha y la extrema derecha, abriendo grietas en el gobierno y la frágil mayoría simple parlamentaria de Macron.

La aprobación de la Ley destinada a controlar la inmigración, en curso de discusión ante el Tribunal Supremo, que podría «matizarla» o «censurarla», abrió las grietas políticas que han terminado precipitando la crisis gubernamental.

Varios ministros salientes habían anunciado su posible dimisión. Numerosos parlamentarios «macronianos» confesaron su «distanciamiento» del presidente, caído muy bajo en los sondeos de opinión. Semanas más tarde, Macron se ha visto forzado a tomar buena nota de esa crisis de fondo, despidiendo a su jefa de gobierno y disponiéndose a abrir una nueva e incierta «página» de su mandato presidencial..

Los posibles sucesores de Borne

La elección del sucesor de Borne se anuncia crucial para intentar mantener el frágil equilibrio de la alianza centrista de Macron, con diputados incluso de centro-izquierda, en un contexto de opinión pública cada vez más derechizada.

Entre los posibles sucesores aparece como favorito el ministro de Educación, Gabriel Attal, según fuentes próximas del ejecutivo. Con 34 años, se convertiría en el jefe de gobierno más joven de la república francesa y en el primero abiertamente homosexual.

Las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2024 servirán de termómetro sobre la remodelación. El partido Agrupación Nacional (extrema derecha) de Marine Le Pen lidera los sondeos con un 27% de votos, seguida por el partido de Macron (19%), según una encuesta de Opinionway a mediados de diciembre.

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