La Iglesia mexicana consigue unir a los candidatos presidenciales para firmar el Compromiso por la Paz
Se trata de acuerdos sobre la convivencia democrática, el respeto a las instituciones y el resguardo de la libertad de expresión
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La Iglesia Católica mexicana ha conseguido este martes, en plena campaña presidencial, lo que todavía universidades, medios de comunicación y empresas no logran: juntar a los tres candidatos y comprometerlos con una agenda determinada.
La candidata del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (morena), Claudia Sheinbaum, así como los aspirantes opositores Xóchitl Gálvez (Frente Amplio) y Jorge Álvarez Máynez (Movimiento Ciudadano) firmaron el Compromiso por la Paz que redactó la Conferencia del Episcopado Mexicano. Se trata de acuerdos sobre la convivencia democrática, el respeto a las instituciones y el resguardo de la libertad de expresión.
Sheinbaum fue la última en confirmar su firma pero lo hizo con la condición de introducir un documento adicional en el cual discrepa de la visión que tienen los obispos mexicanos del panorama de la seguridad en el país.
«Firmo el documento en el entendido que hay una visión conjunta de construcción de la paz. Sin embargo, hay diversas afirmaciones y propuestas en las que no coincido», escribió Sheinbaum. Luego detalló que no comparte la evaluación pesimista de la Iglesia que se presenta en el documento: «Tampoco coincido con la visión de 'prevalecen el miedo, la impotencia, la desconfianza y la incertidumbre».
Además alegó no estar de acuerdo con la descripción del problema en el tema de seguridad. Luego de los resultados desastrosos de la guerra contra el narcotráfico, indicó, «los homicidios dolosos de 36 mil 685 en 2018 a 28 mil 264 en 2023». «Manifiesto también mi desacuerdo con las referencias a una supuesta militarización o militarismo en el país y con los puntos en los que se minimiza o relativiza la función constitucional del Estado», planteó.
Los obispos mexicanos han elevado la voz en el transcurrir de la campaña presidencial al señalar la violencia y la inseguridad que se manifiestan a diario. A lo largo de su sexenio Andrés Manuel López Obrador ha tenido divergencias con los obispos y ha desplegado un relacionamiento a dos bandas con la jerarquía eclesiástica: lleva buena relación con el Papa Francisco, pero choca con los obispos locales a quienes considera conservadores. La Iglesia mexicana ha estado históricamente cerca del Partido Acción Nacional, opositor a Morena.
Desde el año pasado el presidente además tiene una confrontación con los curas jesuitas mexicanos por el caso Aytozinapa (la desaparición de 43 estudiantes en el año 2014) ya que desde esa congregación señalan que el Gobierno protege a los responsables de ese crimen que estarían vinculados a las Fuerzas Armadas.
Sheinbaum, de fe judía, conoce que el electorado de este país se compone mayoritariamente de católicos por lo cual el mes pasado visitó el Vaticano donde se fotografío con Francisco y ahora se acercó a los obispos con la firma del compromiso. El hecho retrata el doble comando que domina el día a día de la campaña de Sheinbaum, entre enarbolar un discurso propio y atractivo para el electorado, pero en paralelo no alejarse de su promotor, o sea, López Obrador. De ahí el agregado que puso como condición para firmar y en el cual suscribe el discurso presidencial.
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