La historia detrás de la 'falsa monja' de Chile que dejó el cadáver de su compañera en medio de la calle
La anciana, de 80 años, no figura en los registros del arzobispado de Santiago pese a lo que se había reportado inicialmente. Ahora todo el país asiste atónito a los detalles del caso
La mujer identificada como monja en un principio llevaba desde hace un año los restos de su amiga en una maleta
Imágenes de la mujer con la maleta en la que portaba el cadáver
Chile asiste atónito estos días al 'caso de la valija' (maleta en Latinoamérica) tras el hallazgo de los restos óseos de una mujer el pasado lunes, que fueron dejados, dentro de una maleta, por una anciana de 80 años.
Hablamos de Lorenza Patricia R. ... B, la dueña de la maleta, y Erica Alejandra F.M, la muerta, de 20 años menos.
En un principio, dada la apariencia de la mujer que vagaba con la maleta por las calles de Santiago, se informó de que era una monja, al igual que la fallecida.
Una vez identificadas ambas trascendió la historia del pacto que ambas habían firmado antes del fallecimiento de Erica Alejandra.
Contó Lorenza Patricia que ambas habían compartido relación desde 2008 y que tenían un acuerdo: si alguna de las dos moría, la otra debía cuidarla hasta el fin de sus días, incluso aunque eso supusiera convivir con el cadáver.
Y así fue. Siempre según el relato de la anciana y lo poco que ha trascendido de la investigación oficial, Erica Alejandra murió el pasado año de cáncer y la mujer guardo sus restos en la famosa valija.
Sin embargo, unos meses después, cuenta, la supuesta monja comprendió que eso no estaba bien y, asustada por las posibles consecuencias si alguien lo descubría, decidió deshacerse del cuerpo. Y fue cazada por una cámara de seguridad. Detenida.
El titular dio la vuelta al mundo 'Una monja deja el cadáver de otra en la calle'. Pero a la rocambolesca escena le quedaba un giro totalmente inesperado.
El giro de guion
Dada la relevancia que había tomado el caso Chile, el arzobispado entró en la investigación para aportar algo de luz que, en realidad, ha terminado por poner todo patas arriba: ninguna de las dos mujeres aparecen en el registro religioso del país. No, no eran monjas.
Esta aportación por parte de la Iglesia ha hecho que los investigadores se replanteen todo el caso y pongan en duda el testimonio de Lorenza Patricia, que por el momento continúa investigada por la Policía.
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