Deborah Cohen, tía de Eitan Yahalomi (12 años), ha declarado a varias cadenas de TV de información permanente: «Cuando los niños lloraban, los franceses y el resto, los apuntaban con una pistola en la sien, diciendo que no debían llorar. A mi sobrino lo obligaron a mirar, amenazándolo, el vídeo del horror espantoso del 7 de octubre, cuando los terroristas filmaron asesinatos, violaciones, la persecución y matanza de más de mil inocentes».
«¿Qué puede ocurrir en el cerebro de un niño, o un adulto, cuando te obligan a mirar las imágenes de ese terror ensangrentado?», continúa Deborah Cohen, agregando: «En el caso de mi sobrino, la familia teme el riesgo de un traumatismo grave. Sin olvidar que su padre sigue secuestrado por Hamás».
Entre escenas de llanto y soledad, las familias de los otros dos niños franceses liberados, los hermanos Eres y Sahar Kalderon, de 12 y 16 años, han comenzado por evitar cualquier tipo de comentarios sobre el comportamiento de Hamás con los niños, niñas, hombres, mujeres y ancianos, ancianas, que continúan secuestrados y utilizados como «escudos» por la organización terrorista.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete