El Grupo Visegrado se agrieta por la guerra en Ucrania y las diferencias entre sus integrantes
El ministro húngaro de Exteriores se reunió en Bratislava con el ex primer ministro eslovaco, un gesto que molestó a su homólogo de ese país
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Los ministros de Exteriores del Grupo Visegrado (Hungría, República Checa, Eslovaquia y Polonia) se reunieron este martes en Bratislava, pero el encuentro se vio enturbiado por rencillas bilaterales que ponen de manifiesto la falta de comunión entre sus integrantes.
Aprovechando su paso por Bratislava, el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, se entrevistó con el ex primer ministro eslovaco Robert Fico, con el que incluso ofreció una rueda de prensa. Ese gesto disgustó a su homólogo y anfitrión, el ministro de Exteriores eslovaco, Rastislav Kácer.
Durante sus declaraciones conjuntas, Fico criticó que no entiende por qué ya no se mantiene el formato habitual del Grupo Visegrado antes de las reuniones del Consejo Europeo. «Acepté con mucha reticencia que las reuniones de los primeros ministros no tengan lugar antes del inicio de las cumbres de la UE en Bruselas... Se trata de estados que representan a unos 65 millones de habitantes y tienen su propio peso», dijo. Recordó que, cuando era primer ministro, este tipo de reuniones eran algo natural. Péter Szijjártó, por su parte, aplaudió abiertamente a Fico, dando a entender que lo prefería como interlocutor al actual Gobierno. «Hungría está interesada en continuar la cooperación del Grupo Visegrado y agradecemos a Fico por su apoyo para que este formato funcione bien. Hemos logrado mucho más juntos como parte del V4 que si cada estado tratara de hacerlo por separado».
Diferencias con la UE
Fico escenificó un apoyo al Gobierno húngaro muy superior al mostrado por el actual Gobierno eslovaco y defendió a Budapest en su disputa con Bruselas: «No podemos respetar que se sancione a un país por opiniones soberanas. Fidesz ganó democráticamente las elecciones. No puede sancionarlo con tonterías, como retirar fondos europeos». Se refería a que Hungría corre el peligro de no poder sacar dinero del presupuesto de la UE, porque la Comisión Europea la acusa de violar algunos principios del estado de derecho. «Si los comisarios europeos quieren buscar un país con problemas de Estado de derecho, que vengan a Eslovaquia, donde se liquida a la oposición política», dijo Fico, quien denunció que en su país se «abusa brutalmente» de la ley penal. «Sin embargo, nadie en el extranjero se ha dado cuenta de que ocurre en las realidades eslovacas», añadió.
«Fico merece el respeto de los húngaros», concluyó Szijjártó, tras calificar como un «acto heroico» de que los países V4, especialmente con la ayuda de Fico y el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, bloquearan la adopción de cuotas obligatorias para acoger inmigrantes en los estados miembros de la UE. «De lo contrario, habría decenas de miles de inmigrantes ilegales aquí», se felicitó. «Si SMER forma parte del próximo Gobierno, detendremos el suministro de armas a Ucrania y la ayuda financiera, solo aceptaremos la ayuda humanitaria», se permitió incluso hacer campaña.
Carencias
Tras esta escena de sofá con la oposición eslovaca, Szijjártó se dirigió a la reunión de los ministros de Exteriores del Grupo Visegrado, ya irremediablemente marcada por la anterior. Tras este segundo encuentro, se vio obligado a aclarar que su país «no ha vetado» ninguna ayuda financiera a Ucrania e insistir en que apoya ese tipo de medidas, aunque con preferencia a la escala bilateral en lugar de conjuntamente por parte de toda la UE. Aclaró además que su posición no es una alineación con Rusia sino una «cuestión de principios» y una manifestación de «nuestra oposición a que la UE se endeude todavía más». «Nuestro propósito sigue siendo desembolsar las ayudas a partir de enero», desmintió los rumores de que Hungría había bloqueado el paquete de 18.000 millones de euros para Ucrania.
El ex primer ministro eslovaco escenificó un apoyo al Gobierno húngaro muy superior al mostrado por el actual Gobierno eslovaco y defendió a Budapest en su disputa con Bruselas
La cohesión del Grupo Visegrado sigue adoleciendo graves carencias. El ministro de Exteriores checo, Jan Lipavský, confirmó solo a última hora su asistencia a la reunión, en la que, a pesar de los desacuerdos, se confirmó un avance común en cuanto a la ayuda a Ucrania. A pesar de lo previsto, los presidentes de los parlamentos no lograron sin embargo reunirse, ya que los presidentes de las dos dos Cámaras del Parlamento checo rechazaron la invitación debido a la posición húngara frente a la agresión rusa en Ucrania.
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