Por qué Giorgia Meloni no quiere a Matteo Salvini en el Ministerio del Interior
El líder de la Liga sueña con ocupar el cargo que lo puso en la cumbre de la popularidad, pero Meloni lo descarta por sus posiciones bielorrusas, un problema política y de seguridad
Algunos analistas han pronosticado que Meloni y Salvini «tendrán un conflicto de desgaste; han competido en la campaña electoral y competirán aún más después de las elecciones»
Matteo Salvini
La turbulencia política que muchos temían, pasadas las elecciones, con el líder de la Liga, Matteo Salvini, se está haciendo realidad. Salvini es visto en los medios italianos, hoy por hoy, como el más molesto de los líderes italianos, para la política del país ... transalpino, para sus bases y muchos dirigentes de su propio partido. De ahí su fracaso electoral. Se comprende así que para Giorgia Meloni haya comenzado cuesta arriba la formación de su Gobierno, porque, según cuentan todos los medios, Matteo Salvini pretende ser el nuevo ministro del Interior, cargo que ya tuvo en el primer gobierno populista que formó junto al Movimiento 5 Estrellas, presidido por Giuseppe Conte, tras las elecciones del 4 de marzo 2018. Casi tres meses duró entonces la negociación para formar un gobierno, que tomó posesión el 1 de junio.
Cuando Meloni y Salvini están juntos públicamente, intentan aparecer unidos, pero son grandes sus diferencias y a veces malamente se soportan. El miércoles se reunieron por primera vez tras las elecciones, un cara a cara en medio de insidias y sospechas entre Hermanos de Italia y la Liga. Entre ambos partidos hubo intercambio de «mensajes» por parte de los dirigentes próximos a Meloni y Salvini.
El tono, según los medios italianos, fue amenazante: «El líder de la Liga debe tener el ministerio del Interior o el partido podría limitarse al apoyo externo», expresó el círculo más próximo al líder liguista. Giorgia Meloni, que busca a toda costa un gobierno de pacificación, que evite sospechas internacionales y sirva «para construir una nueva Italia», hizo este miércoles un desmentido en Twitter: «Leo reconstrucciones irreales sobre eventuales ministros de un Gobierno de centroderecha. Después del fracaso de gestiones como la de Speranza & Co. [Roberto Speranza, ministro de Sanidad en funciones]. les aseguro que estamos trabajando en un equipo de nivel que no os defraudará. No creas las mentiras que circulan», concluye el tuit de Meloni.
«Conflicto de desgaste»
La réplica de la líder de Hermanos de Italia puede acallar las voces del círculo más próximo de Salvini, que presionan por ministerios importantes en el gobierno con el fin de apagar el fracaso electoral del 25 de septiembre. La tensión entre ambos líderes la pronosticó el politólogo y profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Luiss de Roma, Roberto D'Alimonte: «Tendrán un conflicto de desgaste. Han competido en la campaña electoral y competirán aún más después de las elecciones». El problema de Salvini es que parece no haberse dado cuenta de la dimensión de su derrota. Los dos líderes han experimentado los más extremos cambios de fortuna en los últimos años. La estrella de Meloni ha ascendido en gran medida a costa de Salvini. Sus partidos han actuado casi como vasos comunicantes de votos: Los que salieron de la Liga han acabado en Hermanos de Italia. En las elecciones parlamentarias de 2018, el partido de Meloni obtuvo el 4,3 % de los votos, mientras que la Liga logró el 17,6 %. Y en las europeas del 2019, un 34,3%, cuando era ministro del Interior. Fue en esa época, al declarar la guerra contra la «invasión» de los inmigrantes y las ONG, cuando Salvini alcanzó la mayor popularidad. En campaña electoral reiteró por toda la geografía nacional que repetiría aquella experiencia. Sabe que sin una posición destacada en el gobierno, su futuro político, que ya está en juego, sería aún mucho más débil.
Una «bomba de relojería»
Hoy Matteo Salvini viene descrito en muchos medios italianos como una especie de «bomba de relojería política». Podría acabar siendo noticia cada día, como hizo en su etapa al frente de Interior. Cabe recordar que el líder de la Liga tiene un juicio pendiente por bloquear el desembarco de 150 inmigrantes de la nave de la ONG catalana Open Arms, en el verano del 2019. Además, mientras Putin amenaza a Occidente y ensangrienta a Ucrania, ni en la OTAN, ni en Estados Unidos, ni por parte del presidente Sergio Mattarela se aceptaría a Salvini en un puesto clave del Gobierno, destacan los medios italianos. Estos subrayan sus conocidas posiciones filorrusas, y su vieja admiración por Putin: «Cedo dos Mattarella [presidente de la República] por medio Putin», llegó a declarar en Estrasburgo en el 2015. Ante las críticas de Salvini a las sanciones contra Rusia, que desearía levantar, Giorgia Meloni dejó clara su posición: «No seremos el anillo débil de Moscú».
En la negativa de la líder de Hermanos de Italia a ofrecer el ministerio del Interior a Salvini no solo hay razones políticas, sino también de seguridad nacional, dado que el titular de Interior también forma parte del Consejo Supremo de Defensa, presidido por el jefe de Estado. Así las cosas, Giorgia Meloni podría ofrecer ese ministerio clave a un técnico. Uno de los nombres más citados para el cargo es el delegado del Gobierno en la provincia de Roma, Matteo Piantedosi, que tiene excelentes relaciones con los actuales jefes de las fuerzas del orden. Salvini no podría oponerse, porque fue él quien lo eligió jefe de su gabinete durante su experiencia en Interior. Piantedosi no sería el único técnico en el próximo Gobierno Meloni.. La líder de las derechas quiere que haya muchas mujeres en el gobierno. Una de las candidatas «técnicas» es Elisabetta Belloni, que fue nombrada por Mario Draghi, en mayo 20121, como directora general de los servicios secretos. Hoy parece ser la candidata preferida por Giorgia Meloni para dirigir el ministerio de Asuntos Exteriores. Con una brillante carrera diplomática, Belloni estuvo a un paso de convertirse en presidenta de la República, para suceder a Sergio Mattarella, a finales del pasado mes de enero.
El mural «Odi et Amo»
Hace un par de años, Giorgia Meloni no era casi nadie en la política italiana, mientras Salvini estaba en la cumbre de su carrera política. En el verano del 2020 abandonó el Gobierno con la idea de provocar un adelanto electoral, porque las encuestas le daban el 39% en intención de voto. Llegó incluso a reclamar plenos poderes si se convocaban elecciones y las ganaba. Salvini fracasó en su intento. Su rivalidad se ha mantenido siempre, con diferencias muy visibles. En los últimos días de campaña electoral apareció, en una pared de una plaza de Roma, a dos pasos del Parlamento, un mural con Matteo Salvini y Giorgia Meloni es un apasionado abrazo, mientras se besan bajo la atenta mirada de silvio Berlusconi, escondiendo cada uno en su espalda un cuchillo. El artista callejero eligió el célebre epigrama de Catulo «Odi et Amo» para representar la situación política actual. Pocos dudan de que ambos líderes se unirán y limarán diferencias para formar gobierno. Pero, dado el carácter de Salvini, algunos analistas señalan que el líder de la Liga podría aguarle la fiesta a la líder del bloque de las derechas.