Fuertes presiones a Berlín para que envíe los tanques Leopard a Ucrania

Los tanques Leopard 2, por ser de fabricación alemana, requieren el visto bueno de Berlín para ser entregados a terceros, según una cláusula

Corresponsal en Berlín

14/01/2023
Actualizado a las 03:35h.

A medida que crecen las voces a favor de una coalición internacional que entregue tanques de combate a Ucrania se hace más difícil para el canciller alemán, Olaf Scholz, mantener su negativa. Polonia, Finlandia y Dinamarca ya se han pronunciado. España ... prefiere no ejercer presión y ha rechazado el envío de los Leopard A4 almacenados en Zaragoza alegando que no están operativos.

Y Macron ha dado luz verde al envío de los AMX-10RC y la presión crece también desde el interior de la «coalición semáforo», en la que el socialdemóctrata gobierna con liberales y verdes. El numero dos del Gobierno alemán, el vicecanciller verde Robert Habeck, ha reconocido que «Alemania no debe interponerse cuando otros países tomen decisiones para apoyar a Ucrania, independientemente de su decisión como país. Pero Scholz ha criticado las «declaraciones emocionales» en el debate sobre la entrega de tanques de combate a Ucrania y ha pedido más prudencia.

«La necesidad de tener que decir algo cada diez minutos, no debe llevan a tomar decisiones apresuradas de las que dependen la guerra o la paz«, declaró ayer en Berlín, en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro Mohamed Shia al-Sudani en la que le preguntaron por esa creciente presión. «Alemania seguirá respondiendo siempre en estrecha coordinación con nuestros amigos y aliados cuando se trata de la seguridad de Alemania y Europa», dejó levemente abierta la puerta, pero todavía lejos de dar el paso.

Por su estatus de exportador de armamento, Alemania goza de una especie de derecho de veto sobre los equipos que se envíen a Ucrania. Los tanques Leopard 2, por ser de fabricación alemana, requieren el visto bueno de Berlín para ser entregados a terceros, según una cláusula que Alemania incluye en sus contratos de compraventa de armamento y que atañe a cualquier territorio en guerra.

El hecho de que armas alemanas puedan ser utilizadas contra soldados rusos, por motivos históricos, sigue siendo un tabú para Scholz, que lleva meses dando largas a ese permiso, alegando que «la OTAN no debe convertirse en parte de la guerra» y que este gesto sería así interpretado por Putin, que podría hacer «cualquier locura». Esa es su conclusión tras las sucesivas conversaciones que ha mantenido con el presidente ruso desde que invadió Ucrania.

En una reciente reunión a puerta cerrada con la directiva del Partido Socialdemócrata, Scholz habría justificado ante sus camaradas que que la mayoría de los ciudadanos alemanes apoyan su pasividad, a pesar de los «mundos de comentarios ruidosos», según se ha filtrado del encuentro. «Con la expresión «mundos de comentarios ruidosos» se habría referido a representantes individuales del gobierno que se declaran a favor de los permisos para abastecer a Ucrania con tanques de combate de diseño alemán.

«Los últimos once meses han demostrado que es inteligente no dejarse llevar en el momento por las nuevas demandas de cada día, al menos en el momento», ha dicho también en una reciente entrevista, »muchas personas están muy preocupadas y esperan que el canciller y su gobierno controlen sus nervios y no tomen decisiones precipitadas«. »La mayoría de los ciudadanos piensa que el enfoque equilibrado del gobierno sobre las entregas de armas es el correcto«, se ha defendido, tras acusar a los medios de comunicación de pasar por alto a veces este hecho, «lo que me deprime bastante: la cobertura mediática apenas refleja eso, porque parece que todo se trata de lo que se puede entregar a continuación».

«Este estrechamiento del debate político es problemático», ha criticado el canciller, que insiste en que Alemania está suministrando a Ucrania «armas particularmente efectivas», como el sistema de defensa aérea Iris-T y pronto también los sistemas de defensa antimisiles Patriot, además de los 40 vehículos de infantería Marder. «La OTAN no es parte de guerra, y así tiene que seguir siendo», repite en cada oportunidad.

Desde su punto de vista, la guerra de Ucrania constituye una «situación política global peligrosa». Liderazgo no significa «pararse en la barricada y gritar 'a la lucha'», acota el socialdemócrata, «liderazgo es tener el coraje de hacer lo correcto en una situación que representa una amenaza para la paz en todo el mundo«. Pero negarse en solitario sería lo contrario a la «coordinación estrecha con los aliados» a la que constantemente se refiere. La ministra alemana de Defensa, Christine Lambrecht, también has descartado por ahora el envío de los Leopard 2, pero «sin excluir nada definitivo».