La Fiscalía peruana pide 30 años de cárcel para Keiko Fujimori por lavado de activos
El dinero que entraba de forma irregular desde empresas como Odebrecht era «blanqueado» a través de eventos de recaudación de fondos para financiar sus campañas presidenciales
La vuelta de Fujimori en Perú, ahora como 'influencer': «No soy un asesino»
Corresponsal en Lima
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Iniciar sesiónEn medio de la pública separación de sus progenitores, Keiko Sofía se convirtió a los 20 años en primera dama, la más joven de la historia en Perú. La hija mayor del presidente que gobernó con mano de hierro desde 1990 y que ... fue indultado saltando la ley; afronta a los 49 años un juicio donde es acusada por presuntamente haber recibido aportes ilícitos en sus campañas electorales de 2011 y 2016, un caso por el que la Fiscalía pide 30 años de cárcel por lavado de activos y obstrucción a la justicia.
Keiko Sofía Fujimori se ha postulado sin éxito a la presidencia en tres ocasiones, y en ese camino fue investigada por el dinero que recibió en las campañas del 2011 y el 2016 y que ha intentado ocultar, según la fiscalía peruana, a través de entradas a las fiestas donde se servían «cócteles», así como aportes falsos de dinero divididos en pequeñas cantidades a través de colaboradores cercanos, conocido como «pitufeo» de cifras que ascendieron a 17,3 millones de dólares; que fueron entregados por la empresa de construcción de Brasil, Odebrecht, la empresa peruana Credicorp y otros empresarios peruanos.
En declaraciones a la prensa, Keiko Sofía Fujimori dijo que «lamenta» el estado de salud de algunos de los acusados como Adriana Tarazona, Luis Mejía y el exministro Efraín Goldenberg: «Expreso mi solidaridad a todas las personas y familias que han enfrentado esta investigación durante años. Mi actitud como siempre va a ser dar la cara. Este proceso nos va a poder demostrar que no hay ninguna evidencia ni prueba que corrobore (que hay) lavado de activos. Mañana vendremos con el mismo ánimo porque creo que esto (el juicio oral) es una gran oportunidad».
La excongresista y lideresa de Fuerza Popular ha estado en la cárcel en tres ocasiones en prisión preventiva y sobre ello ha señalado que «estar alejada de mis hijas más de 480 días fueron momentos muy difíciles, además de ver la actitud de los fiscales con una intencionalidad política, que claramente buscan debilitar mi imagen».
Una familia unida
El inicio del juicio oral estuvo lleno de detalles de color que no escaparon a los ojos de los peruanos que siguen la novela de la familia Fujimori desde 1990 en que llegó el patriarca Alberto Kenya a la presidencia; Keiko Sofía acudió a la audiencia con un estilizado saco celeste combinado con un pantalón negro y una cartera del mismo color, acompañada de su abogada, Giuliana Loza. Pocos minutos después, llegó su exesposo, Mark Vitto y padre de sus dos hijas, Kyara y Kaori; junto a su actual pareja, de 21 años, a quien convenientemente besó antes las cámaras.
En el 2022, el divorcio de Keiko Sofía y Mark Vitto fue muy sonado en la prensa local porque el exesposo se hizo famoso al hacer una huelga de hambre en protesta y acampar en las afueras de la cárcel de mujeres en la primera ocasión en que fue detenida la lideresa política. Hoy Mark Vitto declaró ser un 'influencer' de redes sociales y que percibe 3.500 dólares dejando atrás su otrora carrera de empresario constructor de edificios.
El fiscal que acusa a Keiko Sofía Fujimori e investiga a los políticos peruanos del caso Lavajato, José Domingo Pérez, llegó a la audiencia con un chaleco antibalas y rodeado de un cordón de policías.
El juicio oral que se inició hoy contra Keiko Sofía Fujimori, lideresa de «Fuerza Popular», tiene a 46 implicados, entre ellos, su exesposo, Mark Vitto; su abogada Giuliana Loza; los exministros Jaime Yoshiyama y José Chlimper y más de 40 personas investigadas por aportes ilegales y la obstrucción a la justicia. La fiscalía acusa a Keiko Sofía Fujimori de liderar una organización criminal usando su partido «Fuerza Popular» contra el Estado peruano.
La primera audiencia duró ocho horas donde los jueces rechazaron los recursos de los abogados que buscaban retrasar el juicio. Se espera que en la intervención del fiscal Pérez se describa la estrategia de la acusación que tiene más de 400 mil folios y que según dijo hoy el fiscal se enfrenta a los estudios de abogados más importantes del país andino.
Para el abogado penalista, César Azabache, el juicio será largo y podrá durar entre 6 y 10 años porque tiene programadas «más de dos mil declaraciones, incluyendo acusados, testigos y peritos. Ni la Fiscalía, ni la defensa quieren simplificar las cosas. Hay además más de cinco mil documentos que deben ser leídos y discutidos en público. Este juicio necesitaría mil sesiones».
En entrevista con ABC, el politólogo y escritor, José Alejandro Godoy indicó que el juicio que inició este lunes «es un proceso que cobra una doble importancia. De un lado, el caso de Fujimori tiene una narrativa bastante precisa en la que resulta evidente para cualquier observador que las campañas electorales de »Fuerza 2011» y «Fuerza Popular» en el 2016 recibieron fondos de campaña en forma irregular. Y el juicio va a ser, sin duda alguna, un recordatorio de ello, lo que pone en problemas políticos a la líder del fujimorismo».
«Junto con el caso del expresidente Ollanta Humala, este caso será el que defina el criterio judicial sobre la posibilidad de que fondos entregados irregularmente e introducidos en la contabilidad partidaria o personal, en fecha previa a 2019, se consideren o no como lavado de activos, lo que es un tema discutido entre abogados», agregó.
Para el también autor de los libros sobre los Fujimori; «desde el 2016, el papel de Keiko Sofía es una de las grandes responsables del deterioro de la democracia peruana».
«Su comportamiento obstruccionista frente a los gobiernos de Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra convirtió en moneda corriente el uso de recursos institucionales excepcionales contra ministros y presidentes. Al mismo tiempo, su búsqueda de salvarse de la cárcel ha incentivado la politización de la justicia. En dos ocasiones, no ha reconocido los resultados electorales, anticipándose a (Donald) Trump o (Jair) Bolsonaro. Y sigue siendo un factor perturbador para el país», expresó Godoy.
Los Fujimori, una dinastía política
Desde que ganó las elecciones presidenciales en 1990, el ingeniero agrario que tuvo un programa de televisión, Alberto Kenya Fujimori y su familia han influenciado la historia política de Perú donde hemos sido testigos a la par que sus tribulaciones y enconos familiares del inacabable ímpetu por hacerse del poder, ya sea el padre que se reeligió más de una vez, la hija mayor que ha tentado tres veces sin éxito ser presidenta y el hijo menor que fue el congresista más votado.
En el caso de la familia Fujimori y sus cuitas pueden ser dependiendo del día, un drama de William Shakespeare o una telenovela de la afamada Corín Tellado; el patriarca Alberto Kenya Fujimori se separó de su desaparecida exesposa, Susana Higuchi y madre de sus cuatro hijos, en medio de denuncias de abuso físico y psicológico y de haberla encerrado en Palacio de gobierno, tras denunciar el contrabando de donaciones de las hermanas de Fujimori.
Luego, tras graves denuncias de corrupción y violaciones a los derechos humanos; Fujimori huyó del país con rumbo a la cumbre de APEC en Brunei y acabó en Tokio, desde donde renunció a la presidencia en noviembre del 2000 a través de un mensaje por fax que sorprendió a todos y más a su hija mayor y primera dama, Keiko Sofía, que abandonó el Palacio de gobierno acompañada de un perrito y su equipo de trabajo; mientras el país estaba convulsionado por protestas contra su padre.
Keiko Sofía Fujimori estudió administración en Estados Unidos y cuando todo parecía volver a la normalidad en su vida; su padre regresó en un avión privado de Japón a Chile en el 2005, donde fue detenido y luego extraditado a Perú por graves delitos. Es en ese momento, según señalan fuentes cercanas a Fujimori padre, que el patriarca les pide a sus hijos Keiko Sofia y Kenji Gerardo, el benjamín, que lo protejan a través de la reactivación de su partido político con el fin de asegurarse ser librado de la cárcel.
Es así que sus hijos se hacen congresistas, Keiko en el 2006, y Kenji en el 2011, pero mientras para Keiko Sofía fue un camino que busco desafiar el poder de su padre y convertirse en presidenta, para Kenji, es solo un vehículo para liberarlo de la cárcel. Esa diferencia entre los dos hijos se hizo patente luego de que papá Alberto fuera condenado a 25 años de cárcel en el 2007 y Keiko Sofía se negó más de una vez en hacer leyes que lo indulten a través de su bancada. No solo eso, en el 2016, Keiko Sofía se peleó en público con su hermano Kenji Gerardo y su padre Alberto Kenya, al declarar a través de su partido que estaba en contra del indulto que le otorgó Pedro Pablo Kuczynski (2016-18) a su padre y organizar una celada con su bancada de congresistas para demostrar que el indulto era ilegal y destituir y procesar a su hermano por conseguir el indulto a cambio de prebendas con el entonces gobierno de Kuczynski. En enero pasado, el benjamín de la familia, Kenji Gerardo, fue condenado por este caso por el delito de tráfico de influencias a cuatro años y medio de prisión suspendida y al pago de una reparación de 135 mil dólares.
¿Cuál es la influencia de la familia Fujimori, Keiko, papa, Kenji, Susana en el país que data desde 1990?, le preguntamos al autor de 'El último dictador', José Alejandro Godoy. «El gobierno de Alberto Fujimori fue un proceso de modernización autoritaria del país —asegura Godoy—. Durante ese gobierno se hizo el cambio a una matriz de mercado en el Perú, se selló la paz con el Ecuador y el exgobernante aprovechó políticamente la derrota militar de Sendero Luminoso y el MRTA».
En paralelo, para Godoy, Fujimori, «dio un golpe de Estado, empoderó a un sujeto inescrupuloso como Vladimiro Montesinos, inauguró la era de los autoritarismos competitivos contemporáneos en América Latina y fue condenado por graves violaciones a los derechos humanos y casos de corrupción».
«Su exesposa fue una de las primeras en denunciarlo y, luego, por el drama vivido con sus hijos, quienes la dejaron de lado en medio de un tortuoso divorcio, debió acallar varias de sus acusaciones. Su hija Keiko, desde 2005, se ha convertido en la lideresa del grupo fujimorista, al que ha dado un fuerza importante como agrupación política. Y Kenji Fujimori bregó duro por el indulto de su padre, a tal punto que está condenado por haber obtenido el mismo a cambio de tráfico de influencias por obras públicas», añadió.
Desde que llegó Dina Boluarte a la presidencia, la historia del patriarca Alberto Kenya dio un giro; fue indultado de modo polémico y a los 85 años, acaba de afiliarse al partido de su hija Keiko Sofía y así abre la puerta para postular en el 2026.
«A mí me encantaría que sea, pero esta decisión no depende de mí, no depende exclusivamente de mi Padre, será primero él que manifieste una voluntad, y serán las instancias partidarias las que lo ratifiquen», dijo Keiko Sofía a la televisión.
Al respecto, el analista José Godoy dijo que «Alberto Fujimori no puede postular. Tanto el artículo 34-A de la Constitución peruana como la Ley Orgánica de Elecciones lo impiden. Sin embargo, es claro que van a buscar impulsar algún tipo de reforma legal o copamiento del Jurado Nacional de Elecciones para permitirlo».
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