Una filtración de documentos de EE.UU. obliga a Ucrania a cambiar sus planes militares

Los documentos más reveladores apuntan a debilidades en el armamento, la defensa antiaérea y el tamaño y preparación de los batallones de Ucrania en un momento crítico de la guerra, cuando este país prepara una contraofensiva. Según declaró a la cadena CNN una fuente cercana al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, Ucrania ya ha modificado algunos de sus planes militares a causa de la filtración desde EE.UU.

La filtración también ha llevado al Pentágono a tomar medidas para restringir temporalmente la difusión de documentos clasificados, según reveló 'The Washington Post' citando fuentes propias.

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En general, los documentos ofrecen información táctica sobre la guerra en Ucrania, incluidas las capacidades de combate de ese país frente a la agresión rusa. Por esos informes filtrados se sabe que un grupo de mercenarios rusos, el grupo Wagner, intentó adquirir armas de Turquía, dentro de la OTAN, para utilizarlas contra Ucrania. Esta revelación puede dañar a EE.UU. porque revela que su Inteligencia tiene informantes en ese cuerpo de mercenarios montado por Evgueni Prigozin, un empresario socio de Vladímir Putin.

Hay más documentos que revelan parcialmente cómo EE.UU. amasa su Inteligencia: dan detalles de qué informantes tiene la CIA entre sus aliados y qué satélites emplea Washington para obtener imágenes de rastreo de las tropas rusas en su agresión a Ucrania.

Otros documentos incluyen análisis de las agencias de Inteligencia estadounidenses sobre Rusia y otros países adversarios y aliados de EE.UU., todos ellos altamente clasificados. El grueso de los informes son análisis detallados del campo de batalla ucraniano, preparados durante el invierno para altos dirigentes del Pentágono. Este ha admitido que sólo se dio cuenta de que los documentos habían sido filtrados cuando publicó sobre ellos el diario 'The New York Times' el jueves pasado.

Algunas fotos clasificadas comenzaron a circular en canales rusos de la aplicación Telegram la semana pasada. Una de ellas era un mapa que mostraba una serie de estadísticas, incluido el número acumulado de soldados muertos en combate en los bandos ruso y ucraniano a lo largo de la guerra. El grupo de investigación Bellingcat reveló después que esas imágenes habían surgido ya en la plataforma digital Discord a finales de febrero o principios de marzo, compartidas por un usuario bajo el nombre de «Wow Mao».

Bellingcat llegó después a la conclusión que al menos una de la imagen había sido manipulada. Es probable, a tenor de ese análisis, que la filtración sea cierta pero que después haya habido falsedades añadidas sobre los documentos.

La subsecretaria de prensa del Pentágono, Sabrina Singh, dijo en un comunicado enviado por correo electrónico el domingo que los documentos «parecen contener material sensible y altamente clasificado». «La máxima prioridad del Departamento de Defensa es la defensa de nuestra nación y nuestra seguridad nacional. Hemos remitido este asunto al Departamento de Justicia, que ha abierto una investigación penal», afirma Singh.

Los documentos filtrados son en realidad fotografías, reproducciones de hojas impresas, arrugadas, con el sello de «clasificado» en inglés. Son fotografías donde los papeles están encima de revistas y rodeados de otros objetos aleatorios, como bolsas de plástico y cola adhesiva.

Están casi todos ellos datados entre febrero y marzo. Muchos llevan membretes o sellos que indicaban que han sido elaborados por la sección de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto, conocida como J2 y con el cometido principal de ofrecer asesoramiento a la cúpula militar en operaciones militares.

La información que esa unidad maneja es del más alto nivel, ya que amasa datos procedentes de cada una de las ramas de servicio —Ejército, Fuerza Aérea, Armada, Cuerpo de Marines y Guardia Costera— para asesorar al Presidente de EE.UU.

Algunos de los documentos también exhiben sellos que indican que fueron compartidos con países de la alianza de Inteligencia conocida como «los cinco ojos»: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Estos países comparten información y cooperan en actividades de Inteligencia, como el espionaje y la vigilancia electrónica. La alianza se ha expandido en ocasiones para incluir a otros países aliados, como Alemania y Francia, en grupos de trabajo como el de la crisis ucraniana.

Aun así, los sellos que aparecen en los documentos apuntan a que la filtración procede de EE.UU. Nadie ha reclamado la autoría de la filtración de los documentos ni de su distribución en redes sociales y servicios de mensajería digital.

No es la primera vez en que una filtración pone en jaque a EE.UU. Gracias a analistas de Inteligencia civiles o militares, como Edward Snowden o Bradley Manning, Wikileaks y otros socios suyos publicaron miles de documentos clasificados sobre las guerras de Irak y Afganistán y agencias de Inteligencia como la NSA.