El pequeño pueblo Cheadle, en el condado canadiense de Wheatland, se ha convertido en el centro de peregrinación de los aficionados a los aperitivos naranjas por excelencia, los 'Cheetos'. El motivo es el peculiar homenaje que, previo pago de su empresa propietaria, ... han decidido hacer a uno de sus productos estrella.
PepsiCo, dueños de estos snacks, han diseñado y colocado unos dedos sujetando uno de estos populares gusanitos naranjas con la peculiaridad que conlleva: están manchados de ese color.
Numerosos turistas y vecinos de la zona han inmortalizado la estatua con fotos que han llenado enseguida las redes sociales, convirtiendo esta estatua en su particular Torre Eiffel o su Fontana de Trevi.
Los habitantes del pueblo están mayoritariamente encantados con el éxito de la iniciativa, ya que han visto cómo cada vez más visitantes se acercan a su localidad, cuya elección no es casual.
El polvo naranja que dejan los Cheetos en los dedos se conoce como 'Cheetle', cuya pronunciación es muy similar a Cheadle. El éxito de la estatua ha sido tal que PepsiCo ha decidido realizar una gira por varias ciudades canadienses con el objetivo de darla a conocer, pero una vez acabe se colocará definitivamente en el pueblo natal.
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