Enfrentamientos violentos entre ecologistas radicales y la policía abren otro frente para el Gobierno de Macron
Los embalses proyectados en Saint-Soline y otras localidades de varios departamentos del agua se convirtieron el otoño pasado en una crisis grave
Noche de violencia e incendios en París y otras ciudades de Francia
Corresponsal en París
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Iniciar sesiónA primera hora de la noche del sábado, los enfrentamientos violentos, entre fuerzas del orden y ecologistas ultra radicales, que se manifestaban de manera muy agresiva contra la construcción de un gran embalse, en Sainte-Soline, en la región de Nueva Aquitania, tenían ... un balance provisional dramático: 28 gendarmes y 200 manifestantes heridos, en estado de «urgencia absoluta» muchos de ellos.
Élisabeth Borne, primera ministra, jefa de Gobierno, reaccionó con un comunicado alarmante: «Estamos asistiendo a una ola inquietante de violencia intolerable». «Se están produciendo, agregó, actos y violencias alentadas de manera irresponsable por discursos políticos radicales que echan aceite al fuego».
Los portavoces de los ecologistas ultra radicales respondían con denuncias agresivas contra las fuerzas de seguridad del Estado: «Entre los 200 heridos, más de cuarenta han sufrido heridas profundas, causadas por granadas especiales. Varios manifestantes están en coma con pronósticos reservados». Los mismos portavoces consideraban como una «victoria» la destrucción o desmantelamiento de varias canalizaciones del embalse de Sainte-Soline.
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Los embalses proyectados en Sainte-Soline y otras localidades de varios departamentos se convirtieron el otoño / invierno pasado, en un frente de crisis grave, que muy pronto se asoció a la emergencia del 'eco terrorismo'. Ecologistas y agricultores de izquierdas denuncian la política hidráulica del gobierno de Emmanuel Macron.
El mes de noviembre pasado, los enfrentamientos en Sainte-Soline tuvieron una gravedad particular. Tras la crisis precipitada por la aprobación, con un decretazo, del proyecto de reforma del sistema nacional de pensiones, los movimientos ecologistas radicales han decidido volver a atizar la crisis de los embalses y la gestión nacional del agua de riego.
Tras la suspensión 'sine die' de la visita de Estado del Rey de Inglaterra, Carlos III, el viernes, como consecuencia de la crisis nacional de las pensiones, los estallidos de enfrentamientos violentos, en Saint-Soline, reabren otro frente de crisis.
Desde la noche del viernes, el ministerio del Interior anunció la presencia de grupúsculos ultra violentos, en Sainte-Soline. A partir de las doce del mediodía del sábado, la tensión comenzó a crecer, durante una marcha ecologista contra el embalse. Los enfrentamientos no tardaron en estallar. La batalla campal comenzó con el incendio de dos vehículos blindados de la Gendarmería. Gendarmes y anti disturbios respondieron con cargas de gases lacrimógenos. Los ecologistas radicales, bien pertrechados para el enfrentamiento, respondieron a pedradas y cócteles Molotov. Comenzó una larga serie de cargas, por ambos bandos.
Ecologistas radicales y movimientos de campesinos de izquierda denunciaban, desde primera hora de la tarde, «un clima de represión violenta». Temiendo que los enfrentamientos corran el riesgo de prolongarse, Gérald Darmanin, ministro del Interior, hizo este breve comentario: «En Sante-Soline, la ultra izquierda y la extrema izquierda apoyan la violencia extrema contra nuestros gendarmes. Algo incalificable, insoportable. Nadie debiera tolerar esos comportamientos inciviles. Apoyo total a nuestras fuerzas del orden».
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