La Embajada de EE.UU. llama a sus nacionales a abandonar de «inmediato» Rusia

«Rusia podría negarse a reconocer la doble nacionalidad de ciudadanos estadounidenses, negarles la asistencia consular estadounidense, evitar su salida de Rusia y reclutar a aquellos con doble nacionalidad para el servicio militar», alertó un comunicado de la embajada de EE.UU. en Moscú.

El mensaje advertía a todos ellos de que la posibilidad de viajar en avión fuera de Rusia cada vez está más complicada y que, a corto plazo, los vuelos «muchas veces no están disponibles». Sí que siguen abiertas rutas en coche y autobús para huir del país, pero la embajada insiste: «Si quieren salir de Rusia, deben buscarse la manera a la mayor brevedad».

Como había hecho con anterioridad, las autoridades estadounidenses también recomiendan a sus nacionales que no viajen a Rusia. Y, a los que ya están allí, «que salgan de inmediato mientras exista posibilidad de viajar por medios comerciales».

Ante el aumento de la tensión y de las protestas por la movilización decretada por Putin, el comunicado recordaba a los estadounidenses en Rusia que los derechos de reunión y de libertad de expresión «no están garantizados en Rusia» y que, en el pasado, las autoridades rusas han arrestado a ciudadanos estadounidenses que participaban en manifestaciones.

El llamamiento de la embajada estadounidense coincide con un momento clave en la agresión de Rusia a Ucrania. Un día después de que Putin anunciara la movilización de reservistas, declaró también que reconocería el resultado de referéndums fraudulentos de anexión a Rusia en los territorios que su Ejército controla en las provincias de Donestk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.

El resultado de las consultas se conoció este martes y, como era de esperar, la opción para anexionarse a Rusia ganó de forma abrumadora, con porcentajes en alguna de las provincias cercanos al 100 por ciento.

Los referéndums han sido condenados por la gran mayoría de la comunidad internacional. En una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU celebrada en Nueva York este martes, la subsecretaria general para Asuntos Políticos de la organización internacional, Rosemary DiCarlo, defendió que las consultas «de ninguna manera son una expresión legítima de la voluntad del pueblo de Ucrania» y no pueden ser considerados «legales bajo la legislación internacional».

EE.UU., que ha atacado con dureza los referéndums, someterá a finales de esta semana o principios de la que viene una resolución en ese organismo -el de mayor poder dentro de la ONU- para condenar las consultas. No servirá más que para intentar retratar el aislamiento de Rusia en la comunidad internacional, ya que Moscú tiene derecho de veto en el Consejo de Seguridad como uno de sus cinco miembros permanentes.

Se espera que Putin acepte los resultados de la anexión en un discurso que promulgará mañana. Poco después, los órganos legislativos de Rusia aprobarán la legislación para cerrar la incorporación a los nuevos territorios. Todo esto abrirá una nueva etapa en el conflicto abierto por Putin: el presidente ruso lo utilizará, según el análisis del ministerio de Defensa de Reino Unido, como una reivindicación patriótica de lo que hasta ahora ha llamado como operación militar especial contra Ucrania, y que ha liberado a las poblaciones rusas del este y del sur de Ucrania. Pero, siendo estos ya territorio rusos -para el Kremlin, la comunidad internacional rechazará de forma mayoritaria el reconocimiento de la anexión- y con la seguridad de que el Gobierno de Kiev -lo dijo una vez más el propio presidente, Volodímir Zelenski, en esa misma reunión del Consejo de Seguridad- seguirá intentado recuperar los territorios, Putin podrá aducir que se ataca contra la soberanía rusa y dar pasos todavía más decisivos en lo militar. Por un lado, la amenaza del uso de armas nucleares, que la semana pasada elevó en plena Asamblea General de la ONU; por otro, una posible ley marcial en la que la gran mayoría de los rusos, también aquellos con otras nacionalidades, como la estadounidense, podrían ser llamados a filas.

Habrá que ver qué impacto tiene todo esto en el frente. El miércoles, EE.UU. anunció la entrega de otros 1.100 millones de dólares en asistencia militar a Ucrania, que en las últimas semanas ha conseguido el repliegue de posiciones rusas en territorios disputados. Desde la invasión decretada por Putin, Washington ha aprobado 16.200 millones en armamento para el Gobierno de Zelenski.