Biden se ve ganador y amplía su campaña a más estados
La decisión resucita los fantasmas de la campaña de Hillary Clinton, que descuidó a los votantes del Medio Oeste
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Iniciar sesiónA toro pasado, una de las razones que explicaron la derrota de Hillary Clinton en las elecciones presidenciales de 2016 fue no dedicar atención suficiente al llamado «muro azul» del Medio Oeste. Se trata de los estados clave del «cinturón del óxido», como Pensilvania, Ohio, ... Michigan y Wisconsin. La candidata demócrata no realizó allí demasiados esfuerzos , con la confianza que le daban las encuestas. A una semana de la elección, que Donald Trump ganó por sorpresa, los sondeos le daban una ventaja de alrededor de cinco puntos en Pensilvania, Michigan y Wisconsin.
Por aquel entonces, Clinton, su campaña y sus aliados desviaron esfuerzos a otros estados de mayor implantación republicana , con la ilusión de una lección contundente a Trump y a su discurso populista, incendiario y divisor. Mandaron a pesos pesados -Michelle Obama o Bernie Sanders- a Arizona, el candidato a vicepresidente hizo campaña en Texas y se llegó a destinar recursos en estados casi imposibles de ganar, como Indiana y Misuri. «El objetivo no es solo derrotar a Donald Trump», dijo antes de aquella elección Guy Cecil, que dirigía una de las principales plataformas de financiación de la campaña de Clinton. «Debemos derrotarle completamente, con el mayor número de estadounidenses y en el mayor número de estados posible».
En la recta final de la campaña, Joe Biden podría cometer un error similar . El candidato demócrata ha anunciado visitas en estados donde, hasta este verano y la pandemia del Covid-19, no se creía que pudiera tener grandes probabilidades. Ayer, por ejemplo, Biden estuvo en Georgia, que en las últimas cuatro décadas solo ha votado a un candidato demócrata en una ocasión (Bill Clinton, 1992). El viernes estará en Iowa, un estado que reparte pocos electores (los compromisarios que eligen al presidente). Son dos estados en los que va igualado en las encuestas con Trump. Pero las visitas sorprenden, sobre todo en una campaña en la que Biden, por las precauciones ante el Covid-19, se prodiga poco y es muy raro el día en el que visita más de un estado. De hecho, a pocos días de las elecciones, ha tenido jornadas, como la del pasado domingo, sin ningún acto electoral, lo que ha provocado críticas internas y mofas de su rival. «Dice que no hace estos mítines por el Covid», disparó Trump desde Pensilvania, que apunta a ser el estado clave en la elección. «No lo hace porque no iría nadie». Después, criticó que si Biden acaba perdiendo «tendrá que estar avergonzado de no haber trabajado más».
« No es que tenga exceso de confianza », dijo Biden este lunes. «Es que quiero asegurarme de que podamos ganar todos los votos posibles». Pero el exvicepresidente de EE.UU. con Barack Obama también aseguró que ganará en Michigan y Wisconsin, dos de los estados clave que perdieron los demócratas en 2016. Si eso se cumple, a Trump apenas le quedaría margen de error en el resto de estados decisivos.
Aunque los considere ganados, Biden irá este fin de semana Wisconsin y Michigan, donde Trump paró ayer y donde volverá varias veces hasta el final de las elecciones. Al contrario que el candidato demócrata, el presidente está embarcado en una agenda frenética de mítines . El lunes hizo tres en Pensilvania. Ayer estuvo en Michigan, Wisconsin y Nebraska, cuyo segundo distrito podría ser decisivo en las elecciones.
Difícil para Trump
Si las encuestas aciertan, Trump lo tiene muy complicado . Necesita volver a romper el «muro azul», aunque sea en uno de los tres estados donde los demócratas van mejor -Michigan, Wisconsin y Pensilvania- y convertir los empates en victorias en otros territorios como Florida, Carolina del Norte, Arizona o Georgia.
La campaña de Biden podría concentrar todos sus esfuerzos en recuperar ese «muro azul», lo que les devolvería la Casa Blanca. Pero, según la directora de campaña, Jen O’Malley, no quieren poner todos los huevos en la misma cesta. «Hay otra ruta que es posible para nosotros: podríamos perder esos estados y ganar en el ''cinturón del sol' ', como en Arizona y Nevada, y también incluiría Carolina del Norte, Florida y Georgia», aseguró en una llamada con donantes la semana pasada.
Las esperanzas de los demócratas van hasta Texas, un estado con mucha población -y, por lo tanto, electores- que si cae del lado demócrata cambiaría la dinámica electora l. Las posibilidades son bajas, pero si allí gana Biden, podría perder todos los estados más decisivos y todavía ganar la elección.
Mientras los demócratas amplían sus miras , Trump se ve obligado a reducirlas: ayer se supo que el presidente -con menos dinero en sus arcas que Biden- ha desviado sus recursos para propaganda de Florida a los estados del ‘cinturón del óxido’ donde va por detrás. Habrá que ver si es capaz de hacer de la necesidad virtud.
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