Dimite la directora del Servicio Secreto tras los fallos de seguridad que permitieron el atentado contra Trump

Aún no han quedado aclaradas las responsabilidades y circunstancias sobre cómo un tirador pudo encaramarse a un tejado y dispararle a la cabeza a Trump desde unos 150 metros sin que lo detuviera antes el Servicio Secreto. El expresidente Trump se ha pronunciado por primera vez sobre los fallos en su escolta, criticando no a los agentes que lo acompañan a todos lados y deben protegerlo, sino a la directora del servicio.

Minutos después de que se conociera la noticia de la renuncia de Cheatle, publicó un mensaje en sus redes sociales diciendo: «La Administración Biden/Harris no me protegió adecuadamente, y me vi obligado a recibir una bala por la Democracia. ¡Fue un gran honor!».

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Kimberly Cheatle ha señalado, no obstante, que la seguridad de expresidente se incrementó en los días anteriores

Como contrapunto, el presidente Joe Biden ha dicho en un comunicado que está agradecido por la labor de la ya exdirectora del Servicio Secreto. «Como líder, se necesita honor, coraje e increíble integridad para asumir la responsabilidad total de una organización encargada de uno de los trabajos más duros en el servicio público», dijo Biden sobre Cheatle.

El Servicio Secreto, que protege al presidente, a políticos destacados y a diplomáticos, aqueja de una alarmante falta de efectivos y recursos. Ha encadenado diversos fallos catastróficos, como los disparos a Ronald Reagan en 1981, que lo dejaron malherido y con secuelas, y fallos en la detención de un ataque a la Casa Blanca cuando Barack Obama era presidente.