Corea del Norte confirma un avanzado programa para enriquecer uranio

El antiguo director del laboratorio nuclear de Los Álamos y ahora profesor de la Universidad de Stanford fue invitado la semana pasada a visitar Yongbyon, el principal centro nuclear norcoreano. En declaraciones al "New York Times" , y tras haber informado a la Casa Blanca, el investigador americano insiste en haber visto en funcionamiento dos mil máquinas centrifugadores destinadas a refinar uranio. Dentro de un proceso que aproximadamente al 3 % permite alimentar reactores nucleares para uso civil pero al 90 % sirve para producir bombas nucleares.

El profesor Hecker ha insistido en que las instalaciones construidas por Corea del Norte a gran velocidad son llamativamente sofisticadas, dotadas con un centro de control "ultra-moderno" que podría encajar en instalaciones similares en Estados Unidos. Aunque no ha podido obtener imágenes o determinar el nivel de refinamiento de uranio que están buscando los norcoreanos, el científico americano ha destacado lo impresionante de todo el montaje que voluntariamente le enseñaron sus anfitriones comunistas.

Los responsables norcoreanos de este programa de enriquecimiento de uranio han indicado que empezaron la construcción de su nueva planta en abril del 2009, cuando los últimos inspectores internacionales fueron expulsados, y habrían terminado sus trabajos unos cuantos días antes de la visita del profesor Hecker el pasado 12 de noviembre. El científico de Estados Unidos cree que de momento, ese alarde tecnológico está dirigido a la generación de energía aunque él mismo reconoce que su conversión para producir combustible para bombas nucleares es un proceso relativamente rápido y sencillo.

El acceso a uranio altamente enriquecido con tecnología supuestamente procedente de Pakistán supondría para Corea del Norte abrir una segunda vía para el desarrollo de armas de destrucción masiva todavía más destructivas, más allá de su reconocido programa basado en plutonio. Tras un par de detonaciones experimentales en el 2006 y en el 2009, se estima que el régimen estalinista dispone en estos momentos de su suficiente plutonio para unas 8 a 12 bombas, con una potencia menor que las fabricadas a partir de uranio.

Entre todo tipo de especulaciones sobre los verdaderos motivos de estas revelaciones en mitad de una transición de poder en la cúpula de Corea del Norte, todo este inquietante esfuerzo nuclear -también apuntado por las imágenes de satélites de espionaje de Estados Unidos- plantea un nuevo problema para la Administración Obama . Por ahora, Washington sigue manteniendo la política de no negociar directamente con el régimen por ahora encabezado por Kim Jong Il , apostando por un moribundo foro multilateral para buscar un elusivo entendimiento.

El Departamento de Estado ha desplegado con premura hasta la región a su enviado especial para Corea del Norte, Stephen Bosworth . El representante diplomático de la Administración Obama tiene previsto mantener reuniones en Seúl, Tokyo y Beijing a la vista de la extensión y efectividad atribuida a su programa de enriquecimiento de uranio. Todo entre temores de que el régimen comunista intente avanzar en su confirmado arsenal nuclear a pesar de todas las presiones internacionales ejercidas hasta la fecha.