El G-7 coordinará la ayuda para que Ucrania soporte el invierno
Los ministros de Exteriores del grupo saben que el cambio de estación será un factor crítico en los próximos meses, a medida que los combates entren en su noveno mes y descienda el mercurio
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El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, con la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock
«Los socios del G-7, ahora reunidos, iniciarán la ayuda coordinada de invierno para Ucrania», ha anunciado la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, en la apertura de la reunión que arranca esta tarde en Múnich, «no permitiremos que muchas personas, desde ancianos ... a niños, adolescentes y familias, mueran de hambre o de frío durante los próximos meses debido a las tácticas brutales del presidente ruso».
Baerbock ha descrito la situación. Calcula que más del 30 por ciento, presumiblemente el 40 por ciento, de la red eléctrica de Ucrania ha sido destruida. «Esto no solo significa que no hay luz en las escuelas, en los hospitales, sino también que las plantas de agua que funcionan con energía eléctrica no pueden bombear agua», ha dicho, tras recordar que Alemania ha enviado más de 100 generadores a Ucrania para estabilizar la red. «También proporcionaremos calentadores, bombas, cabinas portátiles sanitarias y de vivienda, camas, mantas y tiendas de campaña», ha prometido, añadiendo que otros países ya se han comprometido también a proporcionar ayuda de este mismo tipo. Y toda esta ayuda de invierno será coordinada por el G-7.
Condicionante histórico
Los ministros de Exteriores del G-7 son conscientes del papel del invierno en la historia militar rusa. Fue decisivo en sus victorias sobre Napoleón y sobre la Alemania nazi. Saben que volverá a constituir un factor crítico en los próximos meses, a medida que los combates entran en su noveno mes y desciende el mercurio. Mantenerse caliente en un territorio en el que las temperaturas invernales llegan a menos 30 grados se convertirá en el principal reto, tanto para las tropas como para la población.
El equipo militar se vuelve en esas circunstancias más difícil de operar, las trampas explosivas se ocultan fácilmente bajo la nieve, es necesario mucho más combustible para los generadores y los suministros deben moverse por la noche. Los sistemas de navegación de los drones se congelan e incluso las balas son más lentas porque el aire frío es más denso. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, teme por la supervivencia de la población. «Cuando el termómetro llegue a menos veinte, que lo hará con toda seguridad, tendremos problemas reales», ha dicho en una entrevista con la RTL, «esa es la verdadera cara de esta guerra, esto es un genocidio, no es una operación especial porque el objetivo no son los militares sino la gente que se refugia en las casas».
«El clima tiene un impacto en cualquier tipo de actividad, incluida la militar», dice Oleksii Melnik, ex teniente coronel de la fuerza aérea de Ucrania y ahora codirector del grupo de expertos del Centro Razumkov en Kiev, asesor de la Presidencia alemana por turno del G-7 en este asunto. Está seguro de que Putin está apostando a que las oleadas de ataques con misiles y drones que Moscú lanzó este mes, y que han destruido el 40 por ciento de la infraestructura energética de Ucrania, desmoralizarán a los civiles y socavarán la capacidad de Kiev para apoyar a sus tropas.
El factor invierno
El equipo militar es más difícil de operar, las trampas explosivas se ocultan bajo la nieve, es necesario más combustible para los generadores y los suministros deben moverse por la noche
El Gobierno ucraniano ha instado este jueves a los habitantes de la capital a prepararse para apagones más prolongados y frecuentes, mientras que a los refugiados ucranianos en el extranjero se les ha dado instrucción de no regresar al país este invierno para aliviar las tensiones en el sistema energético del país. «Las redes no darán abasto», ha advertido la vice primera ministra Irina Vereshchuk, «necesitamos sobrevivir al invierno». En respuesta a esta situación Canadá está proporcionando ya a Ucrania medio millón de uniformes de invierno y la última cumbre de la OTAN se centró en cómo apoyar a Ucrania contra el frío. «Los rusos esperan que la temporada de invierno les ayude, al menos en la guerra energética. Pero los soldados ucranianos estarán mucho mejor», espera Melnik, «en parte porque pueden contar con el apoyo material de las poblaciones locales y también por la ayuda internacional».
Desinformación y ámbito digital
Los ministros de Exteriores del G-7 se ocupan además de otros aspectos de la cooperación en la ayuda a Ucrania, como la lucha contra la desinformación y los desafíos en el ámbito digital. El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, y la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, han estado de acuerdo en que las nuevas tecnologías albergan más oportunidades que amenazas, aunque es necesario «unir fuerzas» para luchar contra estas últimas.
Blinken ha lamentado que vivimos en una «jungla de información» donde a veces prevalece «la voz más fuerte» aunque no refleje la realidad, y advierte que ni ningún Gobierno, ni el sector privado, ni las ONG pueden por sí solos contrarrestar este fenómeno. Ambos abogan por fortalecer la cooperación transatlántica para alinear las políticas digitales y establecer estándares comunes que ayuden a combatir estas amenazas. En este sentido, destacaron la importancia del Consejo de Comercio y Tecnología (TTC) Estados Unidos-Unión Europea, cuya creación fue acordada por Washington y Bruselas en 2021. «Será un instrumento clave, nos permitirá coordinar estándares, cadenas de suministro, examinar inversiones».