Conmoción y condena unánime a Rusia de la comunidad internacional por los crímenes de Izium

Uno de los primeros en reaccionar a las evidencias de masacres y torturas ha sido el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken. «Hemos visto ahora los informes de esta fosa común (...) cada vez que vemos que la marea rusa se retira de las partes de Ucrania que ha ocupado, vemos lo que deja a su paso. Y este último descubrimiento de aparentemente 440 fosas comunes en Izium es un recordatorio de ello», manifestó Blinken durante una rueda de prensa.

Según sus palabras, tales hechos «deben ser considerados crímenes de guerra» y llamó a recabar el mayor número posible de evidencias de «las atrocidades que han cometido». El secretario de Estado subrayó que tales acciones «equivaldrían a crímenes de guerra, que creo que es el marco apropiado a través del cual observar esto». «Pienso que esa es la manera de actuar, y eso está ocurriendo. He hablado con personas sobre el terreno en Ucrania que están trabajando en la documentación de las pruebas y en la elaboración de los casos de crímenes de guerra y atrocidades que se han cometido», añadió. Blinken visitó la semana pasada al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y visitó la localidad de Irpín, en las afueras de Kiev, escenario también de duros combates en marzo y en donde se hallaron igualmente «miles de cadáveres» de civiles, afirmó entonces el alcalde, que perecieron durante los enfrentamientos armados y los bombardeos del Ejército ruso.

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Su homólogo europeo, el Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad de la UE, Josep Borrell, ha asegurado que el Viejo Continente está «profundamente consternado» por las noticias que llegan de Izium y, según ha enunciado, «condena firmemente esas atrocidades». «La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania ha dejado un reguero de sangre y destrucción (...) Rusia, sus dirigentes políticos y todas las personas implicadas en las violaciones continuas del Derecho Internacional y Humanitario en Ucrania deberán rendir cuentas», declaró Borrell a través de un comunicado.

Por su parte, la República Checa, que ostenta actualmente la presidencia rotativa de la Unión Europea, solicitó ayer sábado la formación de un tribunal internacional para juzgar los «crímenes de guerra» cometidos en Ucrania por las fuerzas rusas. «En el siglo XXI, tales ataques contra la población civil son impensables y odiosos», ha afirmado el ministro checo de Exteriores, Jan Lipavsky, en su cuenta de Twitter. El diplomático checo se pronunció a favor de que «todos los criminales de guerra sean castigados» y pidió que «se cree rápidamente un tribunal internacional especial que castigue el crimen de agresión».

«Condeno enérgicamente las atrocidades cometidas en Izium, en Ucrania, bajo la ocupación rusa», señaló ayer también a través de Twitter el presidente francés, Emmanuel Macron. «Los autores serán considerados responsables de sus actos. No hay paz sin justicia», recalcó. En la misma red social se ha expresado el primer ministro canadiense, Justin Trudeau al denunciar que «los informes sobre fosas comunes en Izium, en Ucrania, son horribles y desgarradores. Canadá condena estas abominables atrocidades. Seguiremos trabajando con nuestros socios para hacer que quienes los perpetraron rindan cuentas y seguiremos estando ahí para ayudar al pueblo de Ucrania».

El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, también ha deplorado a través de un comunicado lo sucedido en Izium. «España condena firmemente la masacre descubierta en la fosa común de Izium, en territorio ucraniano del que se han retirado recientemente las tropas rusas». Según sus palabras, los hechos deben ser investigados, ya que «la muerte de estas personas no debe quedar impune».

Dmitro Lubínets, comisionado de Derechos Humanos de la Rada Suprema de Ucrania (Parlamento) declaró el viernes que «más de 1.000 personas han sido torturadas y asesinadas en las zonas ocupadas por Rusia en la región de Járkov», según informa la agencia rusa Interfax. Avanzó que «en los próximos días, se dará a conocer el número exacto de los cuerpos exhumados en los enterramientos masivos de Izium».

Lubínets distribuyó ayer un vídeo en el que aparece sobre el fondo de una edificio de viviendas destruido en Izium y aseguró que allí perecieron 54 personas en un bombardeo, entre ellos, una familia entera: «el padre nacido en 1988, su esposa en 1991, su pequeña hija en 2016 y sus padres», encontrados previamente en las fosas gracias a la inscripción en la cruz de madera colocada por unos conocidos. «Hay muchos, muchos casos como este», añadió.

Por otro lado, el gobernador de Járkov, Oleg Sinegúbov, sostuvo que el 99% de los cadáveres exhumados en Izium «presentaban señales de muerte violenta». «Hay varios cuerpos con las manos atadas a la espalda y una persona fue enterrada con una cuerda en alrededor del cuello. Evidentemente, estas personas fueron torturadas y ejecutadas. Entre los enterrados hay también niños», subrayó Sinegúbov a través de su canal de Telegram. Los medios de comunicación ucranianos mostraron ayer una fotografía de uno de los cuerpos con las muñecas atadas por detrás a la altura de la cintura.

Izium fue capturada por el Ejército ruso a principios de abril y hasta su liberación, hace una semana, se utilizó como una de las principales bases de suministro para las tropas rusas en el frente de Donbass. Ayer, los trabajos de exhumación en el lugar de las fosas, según muestran las imágenes difundidas por los medios de comunicación ucranianos, se ha acelerado con la presencia de numeroso personal forense. Se trata de documentar los crímenes perpetrados y tratar de identificar los cuerpos. La Policía ucraniana asegura que han sido encontradas 445 tumbas, pero algunas de ellas contenían varios cadáveres. Según los agentes, citados por varios canales de Telegram, «aún no está claro cómo murieron estas personas. Muchos parecen ser civiles, incluidos mujeres y niños». Se ha informado también de una fosa común con una veintena de cuerpos de militares ucranianos.