Ciento cuarenta premios Nobel piden requisar los millones confiscados a Rusia para ayudar al pueblo ucraniano

El manifiesto lo encabezan cinco premios Nobel de literatura, Elfriede Jelinek, Patrick Modiano, Herta Muller, Orhan Pamuk, Orhan y Wole Soyinka. Siguen más de un centenar de galardonados por sus trabajos en favor de la paz y la investigación en disciplinas científicas, médicas y económicas.

Esa relación de galardonados con los premios internacionales más importantes de la comunidad científica y cultural mundial comienzan su manifiesto de este modo: «Miles de civiles, incluyendo a niños, han sido asesinados, encarcelados, están bajo ocupación o han sido deportados a Rusia por la fuerza. La destrucción de ciudades y barrios enteros, así como los deleznables ataques a infraestructuras esenciales como hospitales, colegios y guarderías, han obligado a muchas personas a huir, completamente despojadas de sus hogares y sustento».

El texto también recuerda que la guerra de Rusia en Ucrania «ha causado la mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial con millones de civiles desplazados tanto dentro como fuera de Ucrania. La población ha experimentado un sufrimiento, unas pérdidas y unas miserias inimaginables».

Tras recordar esa evidencia trágica, los premios Nobel hacen esta reflexión y petición: «Se estima que el capital mundial congelado del Banco Central ruso, para censurar el intento de invasión de Ucrania, asciende a unos 300.000 millones de euros. Esta cantidad está retenida en cuentas de todo el mundo, pero principalmente en países de la UE y del G7: Ese dinero sigue generando miles de millones en intereses».

«Los premios Nobel que hemos firmado esta petición exigimos a los gobiernos que liberen, requisen, expropien estos fondos del Banco Central ruso para financiar la reconstrucción de Ucrania y la compensación de las víctimas de guerra. Esto podría necesitar nuevas normativas y leyes, que, dada la indudable emergencia y las violaciones totales al derecho internacional, son apropiadas y deben modificarse», acaba el texto.