Trump y Xi afianzan la tregua entre China y EE.UU. y se abren a un encuentro bilateral
En su segunda charla telefónica, buscan una solución para TikTok, pero sin dar detalles
Trump anuncia que ha llegado a un acuerdo con China para que TikTok siga funcionando en Estados Unidos
Trump y Xi Jingping durante su encuentro en 2017
El presidente estadounidense Donald Trump y el líder chino Xi Jinping han mantenido este viernes su esperada conversación telefónica, la segunda desde el regreso a la Casa Blanca del republicano. Esta llamada viene a afianzar la tregua en vigor desde hace meses y ... a estabilizar las relaciones entre las dos superpotencias.
Tras hablar por teléfono, Trump anunció que vería a Xi en la cumbre de los países de Asia-Pacífico (APEC) que se celebrará en Corea del Sur a finales de octubre y que planeaba viajar a China a comienzos del próximo año. También reveló que Xi visitaría Estados Unidos «en el momento oportuno».
Trump utilizó su red, Truth Social, para insinuar que se había avanzado en el espinoso asunto de TikTok. «Agradezco la aprobación de TikTok», escribió, dando la impresión de que un acuerdo era inminente. Sin embargo, ninguna de las dos partes ofreció detalles sobre lo pactado. La parte china no confirmó acuerdo alguno.
Trump espera que las operaciones en EE.UU. de TikTok, propiedad de la empresa china ByteDance, pasen a manos de un comprador de su país. La justificación que da la Casa Blanca es de seguridad nacional: evitar que datos de usuarios estadounidenses queden bajo control del régimen de Pekín.
Fue apenas la segunda conversación de Trump y Xi desde que el republicano regresó a la Casa Blanca en enero. La llamada, calificada por los medios oficiales chinos como «pragmática, positiva y constructiva», apuntala una frágil tregua en la guerra comercial y tecnológica entre las dos potencias, pero sin despejar el futuro de TikTok.
El Gobierno chino, en un comunicado, se limitó a subrayar que estaría «encantado de ver negociaciones comerciales productivas, en consonancia con las reglas del mercado, que conduzcan a una solución conforme a las leyes y normativas chinas y que tenga en cuenta los intereses de ambas partes». Pekín exigió a Washington que ofrezca «un entorno abierto, justo y no discriminatorio para los inversores chinos».
Negociación en Madrid
La llamada se produce justo después de una ronda de contactos en Madrid, donde delegaciones de ambos países alcanzaron un entendimiento preliminar. «Las consultas recientes reflejan un espíritu de igualdad, respeto y reciprocidad», declaró Xi, reiterando que China apoya que, «sobre la base de las reglas de mercado, las empresas lleven a cabo negociaciones comerciales y logren soluciones equilibradas».
Para Trump, que se enorgullece de su estilo de diplomacia personal y directa, el intercambio encaja en su reivindicación de ser capaz de cerrar acuerdos donde otros han fracasado. El presidente quiere presentarse como el único capaz de forzar a China a hacer concesiones tecnológicas y comerciales.
La conversación también sirvió para abrir la puerta a un futuro viaje de Trump a Pekín. Según ha sabido ABC, el secretario de Estado, Marco Rubio, ya prepara una avanzadilla para organizar esa visita, que se produciría en los próximos meses. Sería el primer viaje a China de su segundo mandato.
El tono de la llamada contrastó con los roces recientes. Apenas dos semanas atrás, Xi había aprovechado la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái para denunciar «el acoso y la coerción» de Estados Unidos, en un escenario donde se mostró junto a Vladímir Putin y Kim Jong-un, escoltado por un desfile militar que conmemoraba el 80 aniversario de la rendición de Japón.
Trump respondió entonces en tono irónico, criticando que se ignorara la «enorme cantidad de apoyo y sangre» que Estados Unidos aportó a China durante la Segunda Guerra Mundial. Xi recogió ahora esa alusión, describiendo a Pekín y Washington como «aliados que lucharon hombro con hombro contra el fascismo», y añadió que «el pueblo chino no olvidará ese valioso apoyo». Trump, conciliador, replicó que el desfile había sido «muy impresionate».