El chavismo utiliza las redes para la delación y detención de opositores
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Eran cerca las dos de la tarde del sábado cuando un grupo de manifestantes con sus hijos fue emboscado por agentes policiales en Chacao tras acudir a la concentración convocada por María Corina Machado en la urbanización de Las Mercedes (Caracas).
Aterrorizadas ... por la persecución policial, las mujeres abrazaban a los pequeños para protegerlos, mientras otros miembros del grupo corrían en busca de ayuda. Los manifestantes fueron finalmente secuestrados y llevados en motos a una de las penitenciarías del área metropolitana de la capital. La escena fue grabada desde el balcón de un edificio cercano y no tardó en hacerse viral en las redes.
Órdenes desde arriba
En paralelo, el presidente, Nicolás Maduro, pronunciaba unas duras palabras en la radio: «Venezuela está en paz, en calma, nadie podrá imponer escenarios de violencia y habrá una emboscada a cada emboscada, habrá una respuesta». De esa manera, el líder chavista anunciaba la represión contra las manifestaciones de protesta por el fraude electoral que tuvo lugar después de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, y de las que se autoproclamó ganador.
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Maduro ordenó a altos oficiales y funcionarios criminalizar a los 'comanditos' que organizó María Corina Machado y aplastar las protestas. Las fuerzas de seguridad del régimen fueron movilizadas para perseguir a los colaboradores de campaña de la líder opositora venezolana, así como a seguidores, periodistas y familiares.
Para que no quedara duda, el líder chavista se esforzó por expresarse con claridad: «Con la Constitución y en paz, resolvimos el brote fascista. Tenemos 2.000 presos capturados y de allí van para Tocorón y Tocuyito. Esta vez no va haber perdón». Maduro aseguró que los capturados estuvieron implicados en hechos vandálicos y criminales. «Un 80% fueron entrenados en Texas, Perú y Chile, y un 80% no votaron».
El mandatario encargó la operación de represión a los cuerpos de seguridad del Estado. El director nacional del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de Venezuela explicó que la denominada operación Tun Tun, nombre con el que se la conoce, apenas ha comenzado. En su primera semana, la represión ha provocado 20 muertos, mientras que el Foro Penal afirma que se han registrado 939 detenidos y 11 muertos.
Maduro ordenó a altos oficiales y funcionarios criminalizar a los 'comanditos' que organizó María Corina Machado
Los operativos, que se han vuelto comunes en los barrios más pobres de Venezuela, se han reforzado, sobre todo después de las últimas elecciones, en las que los barrios populares, como Petare y Catia, que eran feudos chavistas, han dado la espalda al régimen.
La oenegé Provea alertó a la comunidad internacional de una escalada de allanamientos ilegales contra opositores, testigos de mesas electorales, activistas y civiles. «Esto se registra contra quienes han protestado tras resultados del CNE y quienes participaron de alguna forma el 28 de julio en la elección presidencial, ejerciendo sus derechos cívicos», señaló. «Ya Maduro ha anunciado 1.200 detenciones arbitrarias a manos de las fuerzas de seguridad del Estado venezolano. En Venezuela hay una política de Estado para perseguir a voces disidentes», añadió la oenegé. «No podemos seguir permitiendo que estos abusos se impongan como la nueva normalidad».
Entramado represivo
El Instituto Casla, dirigido por Tamara Sujú, también alertó de que el régimen ha instaurado públicamente en Venezuela plataformas de persecución sistemática. La estructura represiva denunciada -e integrada en todo el país por espías, 'patriotas', cooperantes y Unidades de Batalla de Chávez- tiene la orden de denunciar a manifestantes, vecinos, conocidos e incluso a familiares que protesten contra el fraude electoral, de nuevo en el marco de la mencionada operación Tun Tun.
La caza de brujas desatada contra activistas y ciudadanos que ejercen el derecho a la protesta tiene ahora un incentivo, y es la extorsión que le están aplicando a familias de los detenidos, exigiéndoles elevadas cantidades de dólares para liberar a los presos.
La extorsión actúa como un incentivo para la caza de brujas desatada contra activistas y ciudadanos
En ese sentido, el exgobernador de Táchira, César Pérez Vivas, denunció que la extorsión de las autoridades para liberar a los detenidos es «violencia institucional y corrupción, un cóctel nocivo para la sociedad democrática». «Si Maduro va a detener a los disidentes y opositores tendrá que convertir el país en una gran prisión», dijo.
Maduro también pidió el domingo recomendaciones a expertos para regular las publicaciones en redes sociales como Instagram y TikTok. Según el mandatario, estas plataformas se utilizan para promover el odio en las protestas en contra de su Gobierno. De hecho, en una alocución, se refirió a «fanáticos fascistas» que impulsan manifestaciones a través de estas plataformas. «Son los principales instrumentos multiplicadores del odio y del fascismo», dijo Maduro, quien deslizó la posibilidad de establecer controles a dichas redes en Venezuela, un nuevo espaldarazo a la desinformación.
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