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Carlos III, en su primer discurso como Rey: «Me esforzaré por serviros con lealtad, respeto y amor»

El nuevo Monarca rindió homenaje a la memoria de su madre y destacó «su vida de servicio». No olvidó mencionar a su esposa Camila ni a los ya Príncipes de Gales. También lanzó un mensaje conciliador a su hijo Harry y a su mujer

Texto íntegro del discurso de Carlos III

Isabel II de Inglaterra, reacciones a su muerte, en directo

El nuevo Rey de Inglaterra, Carlos III
Ivannia Salazar

Ivannia Salazar

Corresponsal en Londres

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En una misma semana, el Reino Unido ha vivido dos cambios importantes: de liderazgo político y de cabeza del Estado. Lo primero no sorprende, en un país que desde que se celebró el referéndum del Brexit en 2016 ha tenido ya cuatro inquilinos en Downing Street.

Pero el segundo ha dejado a un país entero en duelo, después de que la Reina Isabel falleciera el jueves. Y aunque no se puede decir que su muerte fuera una sorpresa, ya que tenía 96 años, tampoco parecía inminente, menos aún cuando solo dos días antes se le viera sonriente y con buena cara en la audiencia en la que nombró 'premier' a Liz Truss. De esta forma, el Príncipe Carlos se convirtió de repente, aunque después de 73 años siendo educado y preparado para este momento, en Rey. Y al contrario que su madre, que fue la más longeva, él es la persona de mayor edad en llegar al trono en la historia británica.

Este viernes, en su primer día de reinado, pronunció un sentido discurso televisado en homenaje a su madre que grabó en la Blue Drawing Room del Palacio de Buckingham justo después de llegar a Londres junto a Camila, Reina consorte, tras pasar la noche en el Castillo de Balmoral.

«A lo largo de su vida, su Majestad la Reina, mi amada madre, fue una inspiración y un ejemplo para mí y para toda mi familia». Así empezó, con voz pausada y semblante triste, el tributo a su progenitora. Carlos III renovó ante la población la misma «promesa de servicio de por vida» que hizo la Monarca, que cumplió con sus deberes hasta justo antes de morir.

«Además del dolor que siente toda mi familia, también compartimos con muchos de ustedes en el Reino Unido, en todos los países donde la Reina fue jefa de Estado, en la Commonwealth y en todo el mundo, un profundo sentimiento de gratitud por los más de 70 años en los que mi madre, como Reina, sirvió al pueblo de tantas naciones». «Rindo homenaje a la memoria de mi madre y honro su vida de servicio», dijo, y consideró que pese a los cambios sociales y a los desafíos que ha enfrentado el país, «nuestros valores han permanecido, y deben permanecer, constantes» así como «el papel y los deberes de la Monarquía».

No quedaron sin mencionar ni su primogénito, Guillermo, que es ahora Príncipe de Gales, ni su esposa Catalina, que «continuarán inspirando y liderando nuestras conversaciones nacionales», así como su hijo menor, Harry, y su mujer, Meghan, a quienes expresó su «amor» mientras «continúan construyendo sus vidas en el extranjero». Mención aparte merecen las cariñosas palabras que le dedicó a Camila, el gran amor de su vida: «Cuento con la amorosa ayuda de mi querida esposa Camila» y «en reconocimiento a su leal servicio público desde nuestro matrimonio hace 17 años, ella se convierte» ahora «en mi Reina consorte».

En un final lleno de emoción y dulzura, el rey acabó con las siguientes palabras: «Y a mi querida mamá, ahora que comienzas tu último viaje para unirte a mi querido y difunto papá, solo quiero decirte esto: gracias». «Gracias por tu amor y devoción a nuestra familia y a la familia de naciones a las que han servido tan diligentemente todos estos años. Que el canto de los ángeles acompañen tu descanso».

En un final lleno de emoción y dulzura, el Rey acabó con las siguientes palabras: «Y a mi querida mamá, ahora que comienzas tu último viaje para unirte a mi querido y difunto papá, solo quiero decirte esto: gracias». «Gracias por tu amor y devoción a nuestra familia y a la familia de naciones a las que han servido tan diligentemente todos estos años. Que el canto de los ángeles acompañen tu descanso».

Madre e hijo durante un acto

Tras las cámaras

Antes de la emisión del discurso, Carlos III y la 'premier' Liz Truss celebraron su primer encuentro, en el que el primogénito de Isabel II y Felipe de Edimburgo le comentó a la primera ministra, en un momento que fue captado por las cámaras de televisión, que perder a su madre era el día que más temía que llegara y que debía «intentar que todo siguiera funcionando».

Este es «el momento que he estado temiendo, como sé que mucha gente también», se escuchó a Carlos III decirle a Truss cuando se reunieron en la sala de audiencias del Palacio de Buckingham. «Ha sido muy emotivo», se le escuchó declarar al nuevo Rey. «Esta tarde cuando llegamos… toda esa gente que había venido a dar el pésame... y flores». Y es que a su llegada al Palacio, alrededor de la una de la tarde hora local, miles de personas los recibieron a él y a Camila entre aplausos y vítores de 'God save the King'. Las verjas de Buckingham estaban ya llenas de los ramos de flores acompañados de emotivos mensajes escritos en tarjetas que desde el jueves por la noche la gente se dedicó a colocar, pese a que es necesario esperar en una larga cola para hacerlo, y otros muchos adornaban también otros monumentos y estatuas cercanos.

Además, las campanas sonaron en la Abadía de Westminster, en la Catedral de San Pablo y en Windsor, y también a la una de la tarde se dispararon 96 salvas de cañón, una por cada año de la soberana, en Hyde Park y en la Torre de Londres. También hubo cañonazos desde los castillos de Edimburgo en Escocia, de Cardiff en Gales y en Gibraltar e Irlanda del Norte.

Mientras tanto, en el Parlamento, sus miembros guardaron un minuto de silencio a mediodía y recordaron a la reina contando anécdotas sobre ella. La primera ministra Liz Truss la calificó como «una de los líderes más grandes que el mundo haya conocido» y la «roca sobre la que se construyó la Gran Bretaña moderna», y detalló que los mensajes de condolencias recibidos desde todas partes del mundo son el resultado de la promesa de servicio que hizo cuando tenía tan solo 21 años. Truss, que calificó su reinado como «digno pero no distante», señaló la gran responsabilidad que tiene ahora Carlos III sobre sus hombros.

En el homenaje en la Cámara de los Comunes, que se extendió hasta las diez de la noche, los parlamentarios relataron vivencias personales que compartieron juntos a la monarca fallecida y que provocaron reacciones que iban de la risa al llanto. Risa, sí, porque los británicos hacen gala de su especial sentido del humor en todo momento, incluso en uno tan único e histórico como este. Y este sábado, los diputados y diputadas volverán a reunirse para continuar despidiendo a Isabel II con el relato de los recuerdos compartidos.

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