California, último bastión demócrata
El veterano Brown sustituirá al «gobernator» Schwarzenegger, y la senadora Boxer retiene su escaño
ABC
California se ha convertido en el gran bastión del Partido Demócrata tras la debacle electoral de esa formación en el resto del país, gracias a la victoria de Jerry Brown para el puesto de gobernador y la reelección de la senadora Barbara Boxer.
El «gobernator» ... Arnold Schwarzenegger —elegido en su día bajo la bandera republicana, aunque tenía posturas heterodoxas en algunos asuntos— cederá su puesto a un hombre que lo conoce bien, porque ya fue gobernador de California durante ocho años, de 1975 a 1983. Entonces, se convirtió en el gobernador más joven de EE.UU. Hoy, a sus 72 años, Brown será el más veterano en ocupar ese puesto.
La experiencia vence
Jerry Brown ha ganado con relativa facilidad a su rival republicana, la empresaria multimillonaria Meg Whitman, con un 51 por ciento de los sufragios frente al 44 por ciento obtenido por la antigua jefa de la empresa eBay. Las sumas astronómicas gastadas por Whitman en su campaña no fueron suficientes para recortar distancias respecto al veterano líder demócrata californiano.
Brown trazó su «visión» del futuro de California, azotada por la crisis económica como pocas veces en su historia. «Veo una California de nuevo en la vanguardia de las energías renovables y de la educación pública, abierta a todos, sea cual fuere su color», ha dicho el nuevo gobernador.
El estado más rico y más poblado de Estados Unidos no acierta a salir de su marasmo económico, en el que está inmerso desde el comienzo de la crisis financiera e inmobiliaria. California sufre uno de los mayores déficits y desempleo del país, y ha perdido mucho de su lustre pese al carisma personal de su gobernador saliente. Schwarzenegger ha saludado la victoria de Jerry Brown, al subrayar su «larga carrera al servicio de los californianos», aunque sin entrar en la falta de ideas nuevas para sortear los desafíos económicos.
Contrapesos
Por su parte, la senadora demócrata Barbara Boxer venció por cinco puntos a su rival republicana Carla Fiorina, también mujer de negocios con una carrera de éxitos (fue presidenta de Kewlett-Packard). El segundo escaño en el Senado para California también pertenece a una demócrata, la veterana Dianne Feinstein, reelegida para una cuarto mandato en 2006.
Las victorias del partido de Obama en California tuvieron su contrapeso en otros terrenos. Pese a la fama de liberales y permisivos, los californianos rechazaron en el referéndum paralelo la legalización del cultivo, comercio y consumo de la marihuana.
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