Bronca entre Giorgia Meloni y los poderosos Agnelli, que acusan a la primera ministra de «vender Italia»

El plan de privatizaciones está encaminado a hacer frente a una rebaja del Producto Interior Bruto y bajada de impuestos. «Italia en venta», fue el gran titular de 'La Repubblica' en su portada del pasado sábado. Meloni replicó con dureza: «Me hizo reír esa primera página. Que la acusación de vender Italia me venga del periódico de propiedad de quienes tomaron Fiat y la cedieron a los franceses, han trasladado el domicilio social y la sede fiscal al extranjero, y han puesto a la venta en las plataformas inmobiliarias las sedes de nuestras históricas empresas... Es decir, no sé si el titular era una autobiografía, pero, francamente, desde esos púlpitos no pueden dar lecciones sobre tutela de la italianidad», afirmó Meloni sin nombrar explícitamente a la familia Agnelli.

La primera ministra confirmó las privatizaciones para obtener 20.000 millones de euros en tres años. Será un camino complejo y tortuoso, que Giorgia Meloni explicó así: «Para mí, las privatizaciones no son regalos de miles de millones que se hacen a un empresario afortunado o amigo. Significa que el Estado puede retroceder donde no es necesaria su presencia, mientras que debe dar un paso adelante cuando sí es necesaria».

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A la primera ministra ha respondido con un comentario editorial el director de 'La Repubblica', Maurizio Molinari, que ve en las palabras de Meloni un ataque a la libertad de prensa: «Confundir la independencia del diario con los intereses de su editor significa ignorar los fundamentos mismos de la libertad y la independencia del periodismo que esta redacción ha expresado desde el día de su fundación, el 14 de enero de 1976. Por supuesto, a menudo expresamos opiniones contrarias a las políticas de la primera ministra, pero siempre documentando seriamente lo que escribimos».

Más duro aún que Giorgia Meloni contra los Agnelli ha sido el líder del partido centrista Azione, Carlo Calenda, senador y exministro del Desarrollo Económico. «Son capitalistas que se ocupan de sus propios intereses. No les importa Italia y han sido favorecidos por una sociedad débil y dócil, con silencio de la izquierda y el sindicato», ha dicho Calenda a 'Il Messaggero'.