Biden presiona a los republicanos por la financiación de Ucrania: «No podemos dejar que gane Putin»

«Esto no puede esperar», dijo el presidente de EE.UU. en un discurso desde la Casa Blanca poco antes de que una sesión en el Senado mostrara las divisiones entre demócratas y republicanos sobre la ayuda a Ucrania. El voto en la Cámara Alta con una propuesta demócrata, que goza de una mayoría por la mínima, previsto para algunas horas después, estaba claro que no iba a salir adelante, lo que llevó a Biden a tratar de presionar de manera pública a los legisladores.

«El Congreso necesita aprobar la financiación adicional para Ucrania antes del parón por las festividades, tan simple como eso», dijo Biden sobre los 61.000 millones de dólares que ha requerido la Casa Blanca al poder legislativo. «Los republicanos en el Congreso están dispuestos a dar a Putin el mayor regalo que él podría desear y a abandonar nuestro liderazgo global», añadió en un guiño navideño.

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«No podemos permitir que Putin gane», repitió Biden, que defendió que el apoyo a Ucrania es «un interés nacional evidente para nosotros y un interés internacional para nuestros aliados». La mayoría de los republicanos están a favor de renovar la ayuda a Ucrania, pero exigen en vincular a esas partidas otras de gran entidad para el control de la frontera sur de EE.UU., por donde desde hace dos años ha entrado un número récord de inmigrantes indocumentados.

«Los republicanos extremistas están jugando con nuestra seguridad nacional, poniendo a Ucrania como rehén de sus políticas de fronteras partidistas», prosiguió Biden, que, por otro lado, defendió que los demócratas ofrezcan cesiones en materia fronteriza.

Todavía más complicado que aprobar ayuda para Ucrania en el Senado lo será en la Cámara de Representantes, donde la mayoría -también escasa- republicana sigue muy agitada. Ayer, el que fuera su presidente -y tercera autoridad de la primera potencia mundial- hasta septiembre, Kevin McCarthy, anunció que dejará su escaño a finales de este año.

McCarthy fue la víctima del ala extremista de la bancada republicana, que, gracias a esa mayoría mínima, convirtió en un infierno su votación para ser 'speaker' o presidente de la Cámara Baja y que en septiembre le castigó por un acuerdo sobre gasto con Biden para evitar el cierre gubernamental. Esa minoría forzó una moción que acabó con la expulsión de McCarthy como 'speaker', la primera vez que ocurría en la historia de EE.UU.

McCarthy llevaba como diputado desde 2007 y había conseguido llegar hasta la cúpula de su bancada apoyado en su capacidad para conseguir apoyo y financiación electoral para los candidatos del partido. El diputado no ha dejado claro a qué se dedicará a partir de ahora. Pero es evidente que, una vez superado el año de incompatibilidad, lo tiene todo para hacer fortuna en el sector privado.