Cumpleaños -¿infeliz?- de Biden: 81 años con dudas sobre su reelección
El problema para el presidente no es solo su edad, sino que se le nota con una apariencia de fragilidad que ni siquiera su propia gente puede negar
A un año de las elecciones, Biden se hunde frente a Trump en los estados decisivos
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Iniciar sesiónJoe Biden celebra este lunes en la Casa Blanca el 76º aniversario de la Presentación Nacional del Pavo de Acción de Gracias, una ceremonia que inauguró Harry S. Truman. Así lo anuncia su agenda oficial que, sin embargo, no dice nada sobre otro aniversario, mucho ... más relevante para el votante de EE.UU.: el del propio presidente de EE.UU., que cumple este lunes 81 años, entre dudas abundantes sobre sus posibilidades para conseguir la reelección.
Biden perdonará la vida a ese pavo de Acción de Gracias -una tradición iniciada en 1988 por George H.W. Bush-, pero tiene dificultades para que los votantes le perdonen la edad. Se nota en que su cumpleaños, más que celebrarlo, se lamenta. O, al menos, se oculta: nadie en su equipo quiere una imagen del presidente soplando velas.
El círculo íntimo de Biden no tiene una estrategia clara en lo que tiene que ver con la edad del presidente y candidato a la presidencia el año que viene. Ello a pesar de que es un asunto que está en la mente de los votantes, de los altos cargos del Partido Demócrata y de sus donantes. El problema para Biden no es solo su edad, que le colocaría jurando su cargo con casi 82 años en una hipotética reelección y con 86 años cuando abandone la Casa Blanca. También es que se le nota, con una apariencia de fragilidad que ni siquiera su propia gente puede negar, y que aparenta empeorada por la rigidez en su andar, pronunciada desde que tuvo roturas óseas en el pie a finales de 2020.
Estrategia del avestruz
Durante mucho tiempo, la opción ha sido la estrategia de la avestruz, es decir, meter la cabeza bajo tierra y pretender que la edad del presidente no es un problema: que Biden muestra su vigor con sus viajes y campaña, que ya ganó en 2020 -cuando se convirtió en el presidente más viejo de la historia de EE.UU.- con la misma preocupación entre los votantes.
Cada vez es más difícil, sin embargo, ignorar el asunto. La encuesta que más preocupación ha provocado entre los demócratas hasta el momento, la de 'The New York Times' y Siena College de comienzos de este mes, incidía en ello. El sondeo mostraba no solo que Biden perdería frente a su hipotético rival, Donald Trump, en cinco de los seis estados decisivos para ganar la elección en 2024 (Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin, este último, el único que ganaría). Además, el 71% de los encuestados consideraba que Biden es «demasiado mayor» para ser un líder efectivo.
Donde más podría afectar en las elecciones del año que viene es en el voto joven. Biden ganó a Trump con una diferencia de 26 puntos entre los menores de 30 años. Pero en esa encuesta, el expresidente republicano le ganaba en ese grupo de edad por la mínima, un vuelco impensable hace cuatro años.
El ruido creciente en el partido demócrata sobre la necesidad de encontrar una alternativa a Biden para no perder en 2024 acabará con probabilidad en nada, si el propio presidente no da un paso al costado. Una candidatura rival en primarias, como la que ha iniciado el diputado por Minnesota Dean Phillips, que ha defendido que los demócratas necesitan una nueva generación de líderes, no tiene posibilidad de imponerse a Biden, que contará con todo el músculo organizativo y financiero del partido. Más peligrosas son las apariciones de candidatos de tercera vía, como lo es Robert F. Kennedy Jr. y como lo podría ser Joe Manchin, senador por Virginia Occidental.
Cada vez hay más convencimiento entre la campaña de Biden y entre los círculos cercanos demócratas de que hay que cambiar el mensaje sobre la edad de Biden. Quentin Fulks, subdirector de su campaña de reelección, reconoció recientemente en un encuentro con donantes que si algo no se puede cambiar es la edad del presidente. Pero sí la forma en la que se habla de ello. «No es momento para principiantes», dijo en una entrevista en CNN preguntado por el asunto. Aquello recordaba a la célebre frase de Ronald Reagan en un debate presidencial con Walter Mondale, el candidato demócrata en las elecciones de 1984, que era 17 años más joven: «No convertiré la edad en un asunto de campaña. No voy a aprovechar para razones políticas la juventud y la inexperiencia de mi rival», dijo con sorna sobre Mondale, que no pudo evitar, como todo el público, la risa.
Algunos demócratas tratan de hablar de edad como un factor de «conocimiento y experiencia». Otros buscan relacionar esa edad con los logros de su Administración. Y otros exigen que la edad se utilice también como un arma de ataque contra Trump, que solo es tres años y medio más joven que Biden, y con quien consideran que hay un «doble estándar».
En las últimas semanas, los demócratas han buscado aprovechar algunos lapsus mentales del multimillonario neoyorquino para hacer de su edad un problema. De momento, eso no funciona: en esa encuesta de estados decisivos, solo el 39% consideraba que Trump es demasiado mayor para ser un líder efectivo.
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