Andrew Parker Bowles. El ex de la consorte, al servicio de Su Majestad

El 'Newsweek' aludía a ellos asimilándoles más a «un nivel Ferguie y Andrés» –Sara Ferguson y el príncipe, que pasan por ser la pareja de divorciados más felices del mundo- y su experto en la Casa Real, Jack Royston no dejaba de tildar el extravagante fichaje del primer esposo de la actual monarca de «rareza». Pero, lejos de dar cuerda a la fábrica de rumores, lo circunscribía a la muy terrenal y declarada decisión del Rey de «adelgazar» la familia real británica para mejorar a ojos de la opinión pública la relación calidad-precio de la institución, lo que de repente podría desembocar en una escasez de miembros reales para desempeñar según qué funciones y dejar, por tanto, a «ex-maridos como una posible opción en el futuro».

Qué humor el inglés, sí, hay que tomarse en serio solo lo necesario. No se va a amargar el té esta gente de alta sociedad tan distinguida por algo insignificante como el qué dirán, cuando Camila –segunda divorciada que ha llegado al un Trono en Europa después de Letizia Ortiz– ha demostrado diamantina resistencia a los prejuicios y su ex, el brigadier Parker-Bowles, pertenece al círculo 'royal' de toda la vida. Sin ir más lejos, fue algo así como el primer novio de la princesa Ana y acabaría siendo padrino de su hija Zara Tindall, hermana y sobrina respectivamente del ya Rey Carlos, de quien es amigo desde jóvenes. Jugaban juntos al polo, con lo que eso une.

«¿Es Andrew Parker Bowles el ex-marido perfecto?», se preguntaba al hilo de este episodio 'The Telegraph'. Conviene recordar que hace nada, el aludido fue uno de los primeros en proclamar públicamente que Camila sería fabulosa en el desempeño de su nuevo papel, lo que confirmaba algo que la prensa siempre ha dicho de él. Es el tipo de persona que hace su trabajo, lo que exige su posición, y eso lo comparte con ella: ambos son naturalmente «amables», siempre «maduros» para conducirse, aun en los tiempos en los que se aireó lo más incómodo para ambos. Las infidelidades mutuas en 22 años de casados. Las de Andrew, múltiples –se ha dicho que era el hombre más guapo de Inglaterra, un seductor salvaje–, y las de Camila, de sobra conocidas. Agua pasada. «Cuando la gente era terrible con ella, ni siquiera podía salir de su casa, él la apoyaba mucho», ha escrito Ingrid Seward, editora de 'Majesty Magazine'. Aristocracia de lo más civilizada. Un dato más, el mayor de sus dos vástagos, Tom, es ahijado del ya Rey, luego desposado con su propia madre, final feliz este de uno de tantos amoríos y demás enredos que vienen mezclando a los Windsor con la estirpe de Camila desde que el mundo es mundo. Pero esa es otra historia. En esta familia real, Adrew Parker Bowles no necesita presentación.