Alemania despliega una frenética actividad diplomática para evitar la expansión del conflicto en Israel

También la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, vuelve hoy a la zona, con la esperanza de aplacar la inminente escalada. Sus opciones, sin embargo, no están muy claras. Hizbolá no es un interlocutor para el Gobierno alemán y el Ejecutivo de Beirut solo lleva en activo desde las elecciones parlamentarias de 2022, de manera que su capacidad de influencia sobre la milicia libanesa, que actúa como un estado dentro del Estado del Líbano, no es particularmente amplia.

Como muestra de buena voluntad, Baerbock viaja con un pan de 50 millones de euros bajo el brazo. En su parada previa en Amán, ha prometido a los palestinos de la franja de Gaza una ayuda de emergencia, después de que el Gobierno alemán hubiese paralizado la semana pasada todo su presupuesto de ayuda al desarrollo a las organizaciones palestinas. El dinero se destinará principalmente a la Agencia de las Naciones Unidas de Ayuda a Palestina (UNRWA), que ofrece las garantías necesarias de que no será desviado al terrorismo y asegura que servirá para apoyar a organizaciones internacionales como el Programa Mundial de Alimentos y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia Unicef.

Se trata de ayudar a «los palestinos, que también se han convertido en víctimas de este ataque terrorista de Hamás», ha dicho Baerbock en una aparición conjunta con su homólogo jordano Ayman al-Safadi. «Nos estamos preparando para poder enviar equipos médicos a Gaza y también crear oportunidades para que los niños gravemente heridos reciban tratamiento», ha aseverado Baerbock.

Alemania ya es el segundo mayor donante de la UNRWA. El año pasado, la donación de la República Federal ascendió a 202 millones de dólares, superada sólo por la de Estados Unidos, de alrededor de 344 millones de dólares. La organización, fundada en 1949, tiene su propio programa de ayuda para los refugiados palestinos, mientras que ACNUR es responsable del resto del mundo. Su historial no está completamente limpio: las escuelas de la organización de ayuda ya han servido como depósitos de armas y plataformas de lanzamiento de cohetes. Además, se ha difundido contenido antisemita en los libros de texto de sus escuelas. El Gobierno alemán considera, sin embargo, que en este momento es la forma más directa y fiable de hacer llegar ayuda humanitaria a la franja de Gaza.

Baerbock y Al-Safadi han pedido conjuntamente una solución negociada a la guerra de dos Estados. Se han mostrado dispuestos a hacer todo lo posible para evitar una conflagración más amplia en Oriente Medio. Es la segunda vez que se entrevistan en sólo una semana, después de que Baerbock recibiese a su colega en Berlín el pasado lunes. Después de ambos encuentros, la ministra alemana ha asegurado públicamente a Israel, con quien está también en constante contacto, la «solidaridad inquebrantable» del gobierno federal y ha elogiado los esfuerzos de Jordania para liberar a los rehenes de Hamás, incluidos ciudadanos alemanes. Es «importante que unamos fuerzas porque tenemos diferentes accesos y canales», ha dicho.

Mientras tanto, en casa, el conflicto de Oriente Medio se ha trasladado a las calles alemanas, con constantes actos violentos antisemitas, el intento de incendio de una sinagoga y enfrentamientos entre grupos propalestinos y la policía, que intenta evitar delitos colectivos de apología de la violencia contra Israel. En edificios residenciales donde viven ciudadanos judíos, se vuelven a ver pintadas de la estrella de David, como durante el ascenso del nazismo. La policía alemana habla de una «guerra de religión» en las calles de Berlín y para hoy se espera un nuevo estallido de la violencia porque Hamás ha hecho un llamamiento internacional a una nueva «Jornada de la Ira».