La agonía de la ruta migratoria de Túnez y Libia: inmigrantes abandonados y muertos por sed y hambre en medio del desierto

Túnez firmó a principios del mes de julio un acuerdo con la Unión Europea (UE) para vigilar mejor sus fronteras. Solo este año han llegado a Italia aproximadamente 72.000 inmigrantes. El pacto que ha alcanzado el país africano con la UE es que los desplazados serán tratados con «pleno respeto conforme los derechos humanos».

Sin embargo, funcionarios de Túnez y grupos humanitarios han informado sobre el descubrimiento de 25 inmigrantes muertos en la frontera con Libia durante las dos últimas semanas de julio.

Estas muertes son resultado de la deportación de miles de migrantes de Túnez hacia la frontera Libia, donde se encuentran a temperaturas de hasta 50 grados, en malas condiciones, sin ninguna ayuda y sin recursos, según ha publicado el portal de noticias 'Libya Update'.

Las autoridades tunecinas comenzaron una campaña de deportaciones a principios de julio a raíz de varios incidentes violentos entre grupos de inmigrantes y los residentes de la ciudad porturaria de Sfax, uno de los principales puntos de partida hacia el continente europeo.

La ONU ha mostrado su preocupación por estas expulsiones que se producen sin garantías y bajo altas temperaturas dejando a los inmigrantes en medio del desierto sin ayudas ni recursos.

La guardia libia ha ido encontrándose en la última semana con los cuerpos de varios inmigrantes fallecidos en las áreas fronterizas con Túnez. Ahí permanecen bloqueados decenas de subsaharianos que se van desplazando en la ruta del mediterráneo.

Uno de los miembros de la guardia libia ha recalcado que los inmigrantes sufren malas condiciones por falta de agua potable y alimentos, además de estar a la intemperie con las altas temperaturas. «Cientos y decenas de inmigrantes del sur del Sahara entran desde el interior de las fronteras tunecinas en un estado deplorable, perdidos, sin agua ni comida, bajo una temperatura elevada, y detrás de nosotros hay un grupo de inmigrantes que han perdido la vida«, ha reconocido Abdullah Al-Fakhal.

Una de las historias que marcarán esta ruta migratoria es la de la familia de Pato. El padre que ha perdido a su mujer y hija de tan solo seis años que murieron abrazadas y muertas de hambre y sed. Sin quererlo han protagonizado la agonía que sufren los miles de inmigrantes subsaharianos que intentan labrarse un futuro cruzando el mar.