Puestos en libertad en Grecia nueve acusados de implicación en un naufragio en el que murieron más de 80 inmigrantes

Según los medios griegos y varios testigos presenciales, la Policía ha atacado violentamente a los manifestantes cuando trataban de desplegar una pancarta en defensa de los acusados. La intervención policial se ha saldado con dos detenciones y dos heridos leves.

«Están siendo juzgadas nueve personas que sobrevivieron, sin saber nadar y sin chalecos salvavidas, de una muerte segura. Nueve personas ya llevan once meses en prisión y se enfrentan a 174 cadenas perpetuas, es decir, corren el riesgo de pasar años de prisión, multas enormes y, sobre todo, cargar sobre sus espaldas la culpa de toda Europa», ha declarado antes de que empezara la vista el abogado de la defensa, Dimitris Julís.

Noticia Relacionada

Arde en Grecia una fábrica en plena investigación por una intoxicación masiva de estudiantes

Marta Cañete

La fábrica, ubicada en la Grecia central, quedó completamente calcinada, horas antes de que Sanidad realizase una inspección

La Fiscalía ha acusado a los nueve supervivientes de formar parte de la organización que preparó la travesía en la que perdieron la vida al menos 600 personas, y ha solicitado varias cadenas perpetuas para los acusados, todos ellos de nacionalidad egipcia y con edades comprendidas entre los 20 y 40 años. Por su parte, los acusados han alegado que también viajaban a bordo del destartalado pesquero para llegar a Europa en busca de un futuro mejor, y que no se conocían entre ellos antes de ser puestos a disposición judicial. Durante la vista, los abogados de la defensa han basado su exposición en el fatídico naufragio tuvo lugar en aguas internacionales por lo que la Justicia helena no tiene competencias.

Como ha denunciado la organización FreePylos9, los nueve acusados han sido sentados en el banquillo «con pruebas endebles e incompletas» en un procedimiento rápido que busca correr un tupido velo sobre «la responsabilidad de las autoridades griegas y de Frontex» en el hundimiento del Adriana. «Los nueve supervivientes fueron arrestados antes de que pudieran reponerse del shock físico y mental tras el naufragio tomando como prueba única el testimonio de algunos de los supervivientes».

A las nueve de la mañana, y en una sala a rebosar de periodistas, observadores y representantes de organizaciones de derechos humanos –entre ellas Amnistía Internacional-, los nueve los acusados se han sentado en el banquillo. La defensa ha basado su argumentación en una cuestión que ha resultado crucial para la liberación de los nueve supervivientes: el naufragio no había tenido lugar en aguas territoriales griegas y, según el derecho penal heleno, las autoridades griegas sólo pueden intervenir en aguas internacionales por delitos específicos, incluidos alta traición, actos de terrorismo, piratería, tráfico de drogas, etc.

Aunque entre los delitos mencionados también se incluye la trata de personas, no el transporte ilegal de inmigrantes, del que fueron acusados los nueve egipcios.

En la vista, el juez ha pedido declarar a varios testigos y a dos mandos de la Guardia Costera griega para corroborar la información presentada por la defensa, que asegura que el tribunal de Kalamata no tiene competencia porque la tragedia se produjo en aguas internacionales. Los informes de los abogados de los nueve acusados, así como las declaraciones de los testigos, evidencian que el pesquero había partido de Tobruk (Libia) con destino a Italia, que no llevaba bandera griega y que en ningún momento de la travesía intentó entrar en aguas territoriales griegas.

«Me ordenaron navegar como primera baliza a 50 nudos. Más tarde supe que el barco había partido de Tobruk y se dirigía a Italia. No parecía querer entrar en Grecia, eso no ocurrió. El incidente tuvo lugar en aguas internacionales», ha declarado ante el juez de Kalamata el capitán del barco de la Guardia Costera implicado en el incidente. Su versión fue confirmada por otro de los oficiales: «No me dijeron que el barco quería entrar en Grecia. Su destino era Italia. Un barco así, sobrecargado, no podría pasar fácilmente a aguas griegas. No puedo descartar ni confirmar que en algún momento haya entrado en aguas griegas».

Inmediatamente después, el tribunal ha interrogado a los nueve acusados. Todos han afirmado que habían partido de Tobruk con destino a Italia y que no tenían intención de pasar por Grecia. «Cuando ocurrió el accidente, pensé que estaba en Italia. Hemos vendido todo por una vida mejor y hemos dejado atrás a nuestros hijos y cónyuges. No sabemos por qué estamos aquí», ha explicado uno de los acusados. Tras confirmar que el naufragio había ocurrido a 47 millas náuticas de Pylos, es decir, en aguas internacionales, el juez ha reconocido no tener competencia el proceso penal por los delitos de organización criminal y provocación del naufragio, al tiempo que ha declarado inocentes a los nueve egipcios de transportar inmigrantes y entrar ilegalmente en el país.