Los abogados de 53 supervivientes del naufragio en el que murieron más de 600 personas exigen a Grecia que se haga justicia
Señalan a «las acciones criminales en las labores de investigación y salvamento» como causa última de la tragedia que se produjo hace un año
Los imputados por el naufragio de Pylos, acusados «sin suficientes pruebas»
Guardianes de la memoria de los ahogados en el Mediterráneo
Algunos de los supervivientes del naufragio que se produjo hace un año en Pylos
La rueda de prensa convocada este jueves por los abogados de 53 supervivientes (sobrevivieron 104 personas) del trágico naufragio que se produjo hace un año en el Peloponeso ha comenzado con un contundente alegato: «Si os hemos convocado a las once de la mañana, ... no ha sido por casualidad. A esta hora, hace justo un año, el centro de emergencias de Roma, tras recibir el aviso de emergencia de la activista Nawal Sufi, informaba a Frontex y a la Guardia Costera griega de la presencia de un pesquero con unas 750 personas a bordo, sin medios de salvamento y que navegaba a la deriva en aguas internacionales cerca del Peloponeso, en el área de la que Grecia es responsable de las labores de salvamento. Además, desde Roma se les informaba que en el barco hay dos menores fallecidos. Este era el momento en el que se debían haber iniciado las labores de investigación y salvamento, pero no pasó».
Los abogados han interpuesto una denuncia contra las autoridades griegas y han exigido justicia para lo que han calificado como «uno de los actos delictivos más importantes de la historia actual». «Queremos recordar la cronología del suceso porque muestra las acciones criminales en las labores de investigación y salvamento, que provocaron la pérdida de cientos de personas en aguas abiertas de Pylos», ha dicho la abogada Dimitra Linardaki durante la rueda de prensa.
A las once de la mañana de ese 13 de junio, Roma comunicó a Grecia y a Frontex la presencia del barco; a la una menos veinte de la tarde, Frontex localizó al Adriana y pidió a Grecia que movilizara recursos. A las dos menos diez de la tarde, Grecia envió a la zona un helicóptero para tomar las primeras imágenes del pesquero, en las que se observaba que los pasajeros pedían ayuda con las manos levantadas; a las tres y veinte de la tarde, los pasajeros se pusieron en contacto con Alarm Phone para pedir ayuda; a las cuatro menos veinticinco, Grecia envió desde Creta, a más de 170 millas náuticas del lugar donde se localizó el Adriana, un patrullero con tan solo 50 chalecos, sin capacidad para salvar a gente, a pesar de que en los puertos de Kalamata y Githio había amarrados varios barcos de salvamento marítimo que podían haber participado en las labores de socoro.
Según los abogados, en al menos seis ocasiones, las autoridades griegas eludieron su responsabilidad de socorrer a los ocupantes del Adriana. «Los datos de la cronología de los avisos de emergencia, con hasta en tres ocasiones en las que Grecia no contesta al ofrecimiento de Frontex de enviar medios, o con el envío a la zona de un barco patrullero griego con tan solo 50 chalecos salvavidas, cuando desde el primer momento las autoridades griegas conocían que el Adriana no contaba con chalecos ni con lanchas salvavidas, corroboran que en ningún momento la Guardia Costera griega intentó salvar a los pasajeros del Adriana».
Preguntas sin respuesta
Según los abogados, un año después del naufragio, son muchas las preguntas que no han recibido respuesta por parte de las autoridades griegas. Por ejemplo, por qué no se dio el aviso de emergencia hasta veinte minutos antes del hundimiento del pesquero, cuando la Guardia Costera griega confirmaba que el motor del barco no funcionaba y el riesgo de naufragio era inmenso. También han querido destacar las sombras sobre el asunto del remolque del Adriana minutos antes del hundimiento.
Cabe recordar que, en un primer momento, las autoridades griegas negaron que se hubiese remolcado la embarcación, para pasar a reconocer, tras hacerse públicos los testimonios de los supervivientes, que sí se lanzó un cabo al Adriana. «Desde el momento del primer aviso de emergencia por parte de las autoridades romanas, hasta el hundimiento del Adriana a las dos de la madrugada, pasaron quince horas. Solo tras el hundimiento del pesquero, la Guardia Costera griega puso en marcha el dispositivo de salvamento», han denunciado los abogados, que han querido destacar que, durante todo ese tiempo, no se entregó chalecos salvavidas a los ocupantes del Adriana y que las cámaras de la patrullera griega, que cuentan con un modernísimo sistema de grabación, y que las embarcaciones de la Guardia Costera, que están obligadas a registrar todas sus intervenciones, no estaban encendidas.
Un año después del naufragio, son muchas las preguntas que no han recibido respuesta por parte de las autoridades griegas
Por otro lado, el Maya Queen, el yate privado que salvó a los 104 supervivientes, no fue avisado hasta pasado 25 minutos del hundimiento. «De este crimen», según los abogados, consiguieron salvarse 104 personas, 94 mayores de edad y ocho menores; 47 sirios, doce paquistaníes, dos palestinos y 43 egipcios. «Las autoridades griegas retrasaron de manera importante y sin razón las labores de salvamento», han denunciado.
No acostumbrarse
También han querido destacar las responsabilidades de Frontex, que a pesar de tener conocimiento de la situación y de saber que las autoridades griegas no habían puesto en marcha los protocolos de salvamento, no hicieron nada. «Durante quince horas, tanto las autoridades griegas como Frontex tuvieron conocimiento de la situación de peligro del pesquero y no procedieron con la debida operación de búsqueda y salvamento».
De los más de 600 fallecidos, sólo se consiguieron recuperar 84 cadáveres, de los que tan solo 76 han sido identificados. En la rueda de prensa, también se ha denunciado que 18 de estos cuerpos, a día de hoy, continúan en la morgue, sin que el Estado griego haya liberado el presupuesto aprobado para enterrar a las víctimas del naufragio. Por otro lado, doce meses después, los familiares de los desaparecidos tampoco han recibido los certificados pertinentes.
«El naufragio no fue un desafortunado incidente, fue un crimen», ha declarado la abogada Eleni Spathana. Por esta razón, los abogados de los 53 supervivientes –y a cuya causa se unieran en las próximas semanas los nueve supervivientes egipcios que fueron acusados por el hundimiento del naufragio- exigen que se realice una investigación independiente y que se depuren responsabilidades de «uno de los naufragios más letales del Mediterráneo, para que no vuelva a tener lugar un suceso como este y para que no nos acostumbremos al horror».