Francia castiga a Turquía por sus reticencias ante la operación de la OTAN

El gobierno turco es muy consciente de su potencial papel de mediador en este conflicto, dada su creciente popularidad en el mundo musulmán . Ayer, la diplomacia turca se apuntó un tanto en este sentido al conseguir la liberación de los cuatro periodistas del «New York Times» que permanecían detenidos por las autoridades libias.

Pero, por este motivo, Ankara se muestra poco dispuesta a dilapidar su prestigio sometiéndose a las exigencias de una intervención ampliamente percibida como «imperialista» en el mundo árabe y musulmán, especialmente después de que el secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, criticase duramente las acciones militares de la coalición. «Lo que está ocurriendo en Libia no se corresponde con el objetivo de crear una zona de exclusión aérea -que la Liga apoyó la semana pasada-. Lo que nosotros queremos es proteger a los civiles y no bombardear a más civiles», dijo Musa el pasado domingo.

Ese mismo día, las reservas expresadas por Ankara impidieron que se llegase a un acuerdo en el seno de la Alianza Atlántica sobre el futuro desarrollo de las operaciones militares.

Unas reticencias que el ejecutivo francés pretende ahora hacerle pagar. En los últimos días se han producido una serie de desencuentros entre los representantes francés y turco en la OTAN, según informa hoy el diario «Hürriyet Daily News» .

De acuerdo con este periódico, Francia ha vetado la posibilidad de que la Alianza Atlántica asumiese un papel en la asistencia humanitaria y en un bloqueo de armamento propuesto por Turquía.

Del mismo modo, el gobierno francés ha impedido que se invite a Turquía a las reuniones en las que se discuten los detalles de la implementación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. «El primer ministro Erdogán ha dicho explícitamente que se opone a la intervención extranjera. Por lo tanto, sólo invitamos a países que están de acuerdo», declaró un diplomático francés al «Hürriyet» en condiciones de unanimidad.

La irritación turca ante la postura francesa es evidente. «Para nosotros es imposible entender el que Francia esté a la cabeza de esta acción. Tenemos dificultades para comprenderlo, incluso como el ejecutor de la resolución de la ONU», ha declarado el Ministro de Defensa Vecdi Gönül. Otros han sido más contundentes: « Francia está actuando como si fuese el policía de la región . Esta postura puede llevar a la inestabilidad», ha dicho un diplomático turco al «Hürriyet».

«Si la OTAN se va a ver envuelta en Libia, tenemos algunas condiciones. El objetivo debe ser asegurarse de que Libia pertenece al pueblo libio, no distribuir los recursos naturales a potencias extranjeras », dijo ayer Erdogán en un acto oficial en La Meca. «Además, la operación no debe convertirse en una ocupación», declaró.

«Creemos que no se ha cumplido totalmente la legislación internacional en la formación de una coalición contra Libia», aseguró ayer el ministro de exteriores turco, Ahmet Davutoglu, quien también confirmó que su gobierno mantiene contactos con ambos bandos en Libia . El viernes, Davutoglu recibió a Nasser Al Mani, un miembro del gobierno provisional rebelde con sede en Bengasi. «Estamos haciendo el máximo esfuerzo respecto a Libia. Esto tal vez todavía no ha sido entendido plenamente, pero la historia confirmará cómo Turquía actuó con responsabilidad en todo este asunto», ha asegurado Davutoglu.