La CDU sigue sin encontrar sustituto de Merkel a seis meses de los comicios
Las elecciones de este domingo en Renania-Palatinado servirán para medir el alcance de la caída de los conservadores que anuncian las encuestas
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Iniciar sesiónEl secretario de Estado Thomas Bareiss es el último político conservador alemán sobre el que se vierten acusaciones periodísticas de tráfico de influencias en la compraventa de material sanitario relacionado con la pandemia. Desde su puesto en el Ministerio de Economía y a ... petición del gobierno de Azerbaiyán, llamó por teléfono a una empresa de tecnología médica de Renania-Palatinado para exigir una más rápida entrega de 150 respiradores a la república del Cáucaso, alegando las relaciones económicas entre los dos países.
Eso es al menos lo que denunciaban este viernes los periódicos de la red RND, que sugerían que el político de la CDU habría aceptado algún tipo de contraprestación por el servicio de parte del gobierno de Bakú. El Ministerio, sin embargo, responde que fue una intermediación publicada y que en ningún momento Bareiss pidió dar prioridad a la entrega de ventiladores a Azerbaiyán ni ejerció presión alguna.
No es casualidad que Bareiss, miembro de la CDU elegido por sufragio directo como diputado del Bundestag, represente a la circunscripción 295 de Baden-Württemberg, donde mañana domingo se celebran elecciones regionales . Tampoco es fortuito que el fabricante de respiradores mencionado sea una empresa de Renania-Palaticano, donde también se abren las urnas regionales este domingo. Por este escándalo han dimitido ya tres diputados conservadores y Bareiss queda en la cuerda floja, dejando al partido en caída libre en las encuestas y sin dirección, puesto que la elección de un candidato a las generales de septiembre sigue pendiente.
Armin Laschet , recién elegido presidente del partido, ha tratado de atajar la esperable sangría de votos exigiendo a todos los diputados de la CDU una declaración jurada de cualquier negocio relacionado con la pandemia. El jefe del grupo parlamentario, además de muy severas condenas verbales a los implicados, garantiza «publicidad de los datos recabados y consecuencias» para este tipo de comportamiento inmediatamente después de que concluyese el plazo para presentar la documentación, ayer a última hora.
Pero el daño ya está hecho. Los sondeos indican una pérdida para la CDU del 4% de los votos en comparación con los resultados de febrero en Baden-Württemberg , donde Los Verdes sacarán hasta 10 puntos de ventaja el domingo. En Baden-Württemberg cabe la posibilidad de que Los Verdes formen el próximo gobierno sin los cristianodemócratas, lo que desde dentro de la CDU se percibe como «una humillación y una catástrofe».
Pérdida de atractivo
En Renania Palatinado pierde la CDU otro 4% respecto a febrero, quedando en el 29% y dejando la cabecera para Malu Dreyer , la candidata del SPD , con un pronosticado 32% de los votos, cuando los conservadores le han estado sacando diez puntos de ventaja con regularidad desde 2018. El escándalo amenaza también con consecuencias para el proceso de elección de candidato para las generales, que sigue retrasándose, debido a que varios de los favoritos sufren también pérdidas de apoyo y popularidad, perdiendo así atractivo y gancho de cara a septiembre.
Uno de los posibles candidatos, el presidente de Baviera, Markus Söder , que en abril de 2020 gozaba de una aprobación de su gestión del 71%, un valor sostenido a lo largo de la pandemia, obtiene ahora solamente un 44%. Söder ha condenado el tráfico de influencias y ha exigido dimisiones, pero se ha quejado de que «no debe suceder que se intente hacer campañas electorales desde otros organismos». En el último congreso del partido, todavía con la popularidad por todo lo alto, dijo aquello de «solo quien es capaz de gestionar crisis puede ser canciller». Y ahora esa frase amenaza con pasarle una cruel factura.
Laschet, por su parte, que lleva solo 50 días en la presidencia del partido, cosechará este domingo dos malos resultados y se enfrenta a un caso de corrupción como la CDU no vivía desde la financiación ilegal que terminó nada menos que con Helmut Kohl , el canciller de la Reunificación. «Oficialmente, es evidente que no se puede culpar al nuevo presidente, que fue elegido en enero y tiene la mejor voluntad del mundo. Extraoficialmente, todo el mundo sabe que esto es exactamente lo que va a pasar», concluyen fuentes de la Casa Konrad Adenauer de Berlín.
La prensa hostil parece dispuesta a ir dejando caer nombres con cuentagotas, lo que prolongaría en el tiempo las consecuencias electorales y da al traste con los planes de Söder y Laschet, que habían decidido ponerse de acuerdo entre ellos dos sobre quién se postulará por la CDU a la Cancillería de Berlín en Pentecostés. Ante la debilidad de los dos pesos pesados, la prensa alemana comienza a juguetear con otros nombres, como el de la ministra de Educación, Anja Karliczek, o el del ministro de Sanidad, Jens Spahn .
Y mientras la tormenta se cierne sobre el partido, Angela Merkel sigue trabajando en silencio, desentendida del partido, con una inasequible agenda de encuentros por videoconferencia con empresarios, sindicatos, sanitarios, madres de familia, escolares… además de pastorear a los Bundesländer en la gestión de la crisis y de la tupida lista de llamadas telefónicas a jefes de gobierno del mundo entero.
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