Rusia amenaza con expulsar a una treintena de diplomáticos estadounidenses

Ayer precisamente, el diario ruso «Izvestia» aseguraba que como medidas de respuesta el Kremlin podría expulsar a una treintena de diplomáticos norteamericanos y embargar varias propiedades pertenecientes a la embajada de EEUU en la capital rusa. Los inmuebles que la legación diplomática estadounidense podría perder son una lujosa dacha en el idílico entorno moscovita de Serébriani Bor, a orillas del río Moscova, y un almacén. El rotativo ruso cita fuentes bien informadas del Ministerio de Exteriores ruso.

Como medida de castigo por los pirateos de correos de Hillary Clinton por parte de hackers rusos durante la campaña electoral en Estados Unidos y la injerencia de Rusia, Obama expulsó el pasado diciembre a 35 diplomáticos rusos acusados de espionaje y cerró dos mansiones pertenecientes la legación diplomática rusa , una en Centreville (Maryland) y la otra en Glen Cove, en Long Island (Nueva York). Ambas en la costa y supuestamente utilizadas, no como lugar de descanso, sino para espiar.

Moscú no respondió de igual manera porque faltaban escasos días para que tomara posesión Trump, con quien no quería iniciar las relaciones con un conflicto.

Sin embargo, como explican las fuentes anónimas consultadas por «Izvestia», la cuestión de la propiedades confiscadas a la embajada rusa no ha avanzado hacia su resolución en el medio año que el actual presidente norteamericano lleva en la Casa Blanca. El asunto, según el diario ruso, fue tratado el viernes en Hamburgo en la primera reunión mantenida entre Vladímir Putin y Trump, pero también sin resultados y sin un plan concreto de Washington que permita poner fin al contencioso.

Ahora, está previsto que se reúnan en fecha próxima en San Petersburgo el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, y el vicesecretario de Estado, Thomas Shannon, para volver a buscar una salida a la disputa . La fuente de «Izvestia» alerta que, si Riabkov y Shannon no llegan a un compromiso, será inevitable que Rusia actúe con medidas «recíprocas».