El Parlamento griego ratifica el acuerdo sobre Macedonia

El Gobierno insistió ayer en la importancia histórica de este tratado. Tsipras criticó que los gobiernos anteriores no hubieran sido capaces de llegar a un acuerdo antes y acusando de «hipocresía» al partido líder de la oposición. «Grecia tiene un papel histórico n los Balcanes, tiene un futuro en los Balcanes y esto lo cumple este Acuerdo de Prespa» afirmó el Viceministro de Asuntos Exteriores, Yorgos Katrúngalos al final del debate parlamentario. En intervenciones anteriores los diputados de la oposición han criticado no sólo el nombre finalmente acordado para los vecinos, República de Macedonia del Norte, sino otros importantes capítulos relacionados con la identidad y el idioma macedónico. También se ha destacado que este acuerdo, negociado por el Gobierno y sin consenso político, está dividiendo al país. Por lo que tanto el partido Nueva Democracia como el Movimiento para el Cambio (socialistas e izquierda moderada), el partido comunista KKE, los nacionalistas de los Griegos Independientes (antiguos socios en el gobierno de Tsipras), la Unión del Centro y el partido de extrema derecha neo nazi Amanecer Dorado votaron en contra. El partido centrista El Río se ha visto dividido al votar algunos de sus diputados a favor y otros en contra, perdiendo la condición de grupo parlamentario al dividirse.

Los diputados que apoyaron esta ratificación han sido Katerina Papakosta, Elena Kundurá, Thanasis Theoxaropoulos, Thanasis Papaxristopulos, Spiros Danelis, Stavros Theodorakis, Yorgos Mavrotas y Spiros Likudis, provenientes de distintos partidos.

Este tratado le ha dado al primer ministro griego el reconocimiento internacional como hombre de Estado, ya que una vez zanjado este espinoso tema la ahora denominada República de Macedonia del Norte podrá pasar a formar parte de la familia de la OTAN y comenzar las negociaciones para adherirse a la Unión Europea, disminuyendo la influencia rusa en la zona. Tsipras será recordado en Europa por conseguir este tratado y porque consiguió que Grecia se mantuviera finalmente en la zona euro y terminara su largo camino con tres rescates, consiguiendo la aprobación parlamentaria de todos los ajustes y recortes acordados con los acreedores del país. Sin embargo sufrirá las consecuencias de la falta de consenso político dentro de la propia Grecia, algo que reflejan los sondeos más recientes.

Termina así un largo camino que se inició con la independencia de esta antigua república yugoslava en 1991 y la oposición griega desde entonces a que utilizara el nombre «Macedonia», dado que es también el de una región del norte de Grecia. Tras años de complejas negociaciones mientras que el vecino país era reconocido oficialmente como República de Macedonia, y a pesar de la oposición frontal del sector mas nacionalista heleno, los Ministros de Exteriores de ambos países firmaron el 12 de junio del año pasado el Acuerdo de Prespa, en la orilla griega de dicho lago que separa ambos países, ante los primeros ministros Alexis Tsipras y Zoran Zaef. En el tratado se especificaba que tras cumplirse una serie de trámites y reformas constitucionales este se ratificaría por el Parlamento griego, algo que ha ocurrido hoy. Históricamente el nombre Macedonia está relacionado con una amplia zona geográfica que se remonta hasta el reino de Alejandro Magno e incluiría ahora partes no solo de Grecia, sino del pais vecino así como de Bulgaria, Serbia y Albania y tiene como fondo las guerras balcánicas y el imperio otomano.

Según los últimos sondeos, el opositor Nueva Democracia se encuentra en intención de votos entre 8 y 10% por delante de Syriza.