Obama pide a Mubarak que la transición comience «ahora»

Después de reunirse con su equipo de seguridad nacional, Obama ha reiterado que las prioridades de Estados Unidos en esta crisis incluyen: evitar una espiral de violencia, con elogios para la responsabilidad demostrada hasta ahora por las Fuerzas Armadas egipcias; la defensa de valores y derechos universales para el pueblo de Egipto; junto al reconocimiento de la necesidad de un cambio político en el mayor país árabe. Con insistencia de que no corresponde a Estados Unidos determinar quiénes van a ser los nuevos líderes de Egipto.

Tras una nueva conversación telefónica de media hora con el cuestionado presidente de Egipto, Obama ha indicado que el propio Mubarak coincide plenamente con la Casa Blanca en que el actual "status quo" resulta insostenible y "que debe ocurrir un cambio ". Según ha indicado el líder americano a los jóvenes que protestan en Egipto: "Escuchamos vuestras voces. Tengo la firme creencia que determinaréis vuestro propio destino y aprovecharéis la promesa de un mejor futuro para vosotros y vuestros hijos y nietos".

Dentro de esta mayor implicación de la Casa Blanca en la crisis de Egipto, la Administración Obama ha desplegado un enviado especial con la misión de presionar directamente al régimen de Mubarak para hacer realidad una serie de reformas democráticas que culminen en unas elecciones presidenciales libres. Ya sea aprovechando la convocatoria prevista para el mes septiembre o si es necesario con un adelanto de fechas, pero en cualquier caso sin la candidatura de Mubarak.

El mensajero de Washington en El Cairo es Frank Wisner, un veterano diplomático que sirvió como embajador de EE.UU. en Egipto entre 1986 y 1991. Según las mínimas explicaciones ofrecidas por el Departamento de Estado, se trata de reforzar en privado y directamente la posición de Estados Unidos. Pero la selección de Wisner, encargado por el anterior ocupante de la Casa Blanca de negociar la independencia de Kosovo, apunta a una misión de persuasión para que Mubarak dimita.

Como ha explicado un alto cargo de la Administración Obama al "New York Times", "cuando dos viejos amigos se encuentran, se suele producir una conversación en dos direcciones". Con la ventaja de que Frank Wisner, miembro de la generación de diplomáticos americanos encabezada por el fallecido Richard Holbrroke, conoce personalmente a Hosni Mubarak y a sus 72 años tiene la edad suficiente como para hablar claramente al octogenario presidente de Egipto.

Margaret Scobey, la actual embajadora de EE.UU. en Egipto, también estaría participando en estos contactos pero su misión principal en estos momentos pasa por coordinar la evacuación de los ciudadanos americanos atrapados en la rebelión popular de Egipto. En este sentido, el Departamento de Estado ordenó ayer la evacuación de todo su personal no esencial en Egipto, manteniendo sólo al personal estrictamente necesario para mantener comunicaciones y servicios básicos.

Fuentes vinculadas al Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, según el "Wall Street Journal", han llegado a la conclusión de que el riesgo de violencia en Egipto no hace más que aumentar conforme la revuelta popular entra en su segunda semana. Además de reconocer que Estados Unidos carece de planes de contingencia en caso de un colapso repentino del régimen de Mubarak. Para solventar algunas de esas carencias, la Administración Obama ha comenzado una ronda de conversaciones con figuras clave de la oposición egipcia, empezando por Mohamed el Baradei.(