Mineápolis, la ciudad de George Floyd, rechaza un referéndum para desmantelar su cuerpo de policía

El referéndum trataba el desmantelamiento del actual Departamento de Policía de Mineápolis y la creación de un nuevo Departamento de Seguridad Pública y la reforma de la normativa local sobre la exigencia de un número mínimo de agentes de seguridad. En lugar de una policía tradicional, el nuevo departamento tendría una «perspectiva comprensiva de salud pública». Los policías armados tendrían menos protagonismo en incidentes relacionados con personas sin hogar, problemas de salud mental o consumo de drogas.

Pese a la persistencia de las protestas y de las reclamaciones todo el verano pasado y de que buena parte de la clase política accedió a las peticiones de la calle de desmantelar el cuerpo de policía, la ciudadanía de Mineápolis votó en contra de la medida, en un golpe de gran simbolismo para este tipo de reformas en todo el país.

Los llamamientos a abolir el Departamento de Policía han coincidido con una oleada de crimen violento en la ciudad desde el año pasado, una situación que se extiende a muchas otras ciudades de EE.UU. El año pasado murieron 84 personas por homicidios en la principal ciudad de Minnesota , casi el doble que en 2019, y cerca del peor récord histórico para la ciudad. Hasta septiembre de este año se registraron 67 muertes de este tipo. La violencia armada va más allá de los incidentes que acabaron en homicidio: en los primeros seis meses de 2021, se registraron más disparos que en todo 2019, y está en camino de superar el récord de 9.600 disparos contabilizados el año pasado.

«Hemos visto una respuesta clara negativa al progreso en nuestra ciudad», reaccionó el concejal Phil Cunningham, uno de los defensores de la medida. Cunningham fue uno de los dos concejales que hicieron campaña a favor de la reforma y que, además de perder el referéndum , se despidieron también de su cargo en el ayuntamiento, derrotados por otros candidatos.

En la oleada de protestas por la muerte de Floyd, Mineápolis fue el lugar donde las exigencias de reforma policial, después de décadas de acusaciones de racismo y uso excesivo de fuerza por parte de los agentes, más calaron. El alcalde de la ciudad, Jacob Frey , fue acosado en su domicilio y abucheado por su oposición a abolir el cuerpo de policía. Al día siguiente, nueve concejales se mostraron a favor de acabar con el Departamento. «Nos comprometemos a desmantelar las labores de policía como se hacen ahora en la ciudad de Mineápolis y a reconstruir nuestra comunidad con un nuevo modelo de seguridad pública que de verdad la cuide», dijo la presidenta del concejo, Lisa Bender. Unas semanas más tarde, el concejo votaba de forma unánime a favor del desmantelamiento del cuerpo de policía y su sustitución con un «departamento de seguridad comunal y de prevención de la violencia».

Frey, un demócrata con agenda progresista, ha defendido siempre reformas en la policía, pero no el desmantelamiento que pedía la calle ni la sustitución del actual referéndum. Tampoco el jefe del Departamento de Policía, Medaria Arradondo, el primer agente negro al frente del cuerpo, que ha buscado cambiarlo desde dentro, pero que ha dicho que la propuesta en el referéndum es muy ambiciosa y sus planes no estaban claros ni detallados.

Frey se jugaba este martes su puesto de alcalde y resultó el más votado de los candidatos en primera ronda, con 43% del voto, frente al 21% del perseguidor, la candidata Sheila Nezhad. Si Frey no llega al 50% al final del recuento necesitará una segunda ronda, en la que partirá como gran favorito.