Seria advertencia del Ejército libanés por los disturbios

Los disturbios continuaron en la madrugada de hoy. Trípoli vivió la jornada más sangrienta con al menos 3 muertos y decenas de personas heridas en enfrentamientos entre los barrios rivales de Bab al-Tabbaneh, de mayoría suní, y los alauíes (secta chií) de Jabal Mohsen, partidarios del presidente sirio. La Agencia Nacional de Noticias libanesa, (ANN), confirmaba que entre los muertos debido al fuego cruzado se encontraba una niña de 9 años.

Beirut tampoco se libró de una noche de tensiones en la que el repiqueteo de las metralletas y el lanzamiento de granadas dejó al menos 6 heridos en el barrio de Tarik el Jedideh, predominantemente suní, y el próximo Barbour, un vecindario controlado por las organizaciones chiíes de Hizbolá y Amal. Aunque el ejército libanés logró controlar los disturbios en torno a las dos de la madrugada, estos volvieron a reanudarse por la mañana siendo sofocados finalmente al mediodía.

El Ejército libanés ha advertido de que «el destino de la nación está en juego» y que la seguridad del país es una «línea roja» que no debe traspasarse. «Instamos a los dirigentes de todas las fuerzas políticas a expresar con cuidado sus opiniones, porque el destino de la nación está en juego y deben comprometerse a impedir que se perturbe la situación y mantener la paz. No permitiremos que el Líbano se convierta en el campo de batalla de conflictos regionales», dijo el mando de las Fuerzas armadas en un comunicado.

Varias carreteras continúan hoy bloqueadas con neumáticos incendiados. Los colegios y universidades del norte del país han decidido cerrar sus puertas por la situación de inseguridad, una medida que también han impuesto a última hora muchos centros de Beirut.