Kamala Harris busca lavar su imagen en la Cumbre de las Américas

Tras llegar a la Casa Blanca, el presidente Joe Biden le encargó a Harris una estrategia para solucionar la gravísima crisis migratoria en la frontera sur de EE.UU. La vicepresidenta tardó en visitar esa misma frontera, y se centró en tratar con los países que envían a esos sin papeles para apoyarles con inversión para el desarrollo. Desde entonces, Harris ha visitado Honduras, México y Guatemala . En este último país, sin embargo, provocó una polémica por decir a los emigrantes guatemaltecos: «No vengan, no sigan viniendo, EE.UU. seguirá aplicando la ley y protegiendo sus fronteras». Varios demócratas le criticaron a la vicepresidenta que les denegara a esos emigrantes el derecho de asilo cuando huyen de la miseria y la violencia en sus países, y que lo hiciera con unas palabras que nada diferían de las que hubiera pronunciado la Administración Trump.

Tras su viaje a México y Guatemala, la popularidad de Harris se hundió. Según una media de sondeos de Real Clear Politics, después de la visita fueron más los que suspendían a Harris que los que la aprobaban. Hoy s ólo un 41% tiene una imagen favorable de ella , frente a un 52% que no la ve con buenos ojos. Según otras encuestas, si Biden no se presenta a la reelección, Harris podría perder ante Trump si este último vuelve a batallar en las primarias de su partido.

Lo cierto es que de la Cumbre de las Américas, que por primera vez desde 1994 se celebra en suelo estadounidense, se ausentan los tres mandatarios con los que Harris se ha visto en sus propios países: Castro de Honduras, Andrés Manuel López Obrador de México y Alejandro Giammatei, de Guatemala.

Al final, López Obrador ha encabezado una iniciativa para boicotear la cumbre por la resistencia de Biden a invitar a los dictadores de Cuba, Venezuela y Nicaragua. De los 35 miembros de la Organización de los Estados Americanos, se invitó a 30 y acuden 22 jefes de Estado o gobierno, además de Biden. Envían a ministros, de Exteriores u otras carteras, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Uruguay, entre otros.

Fuentes de la Administración Biden que hablaron el lunes con la prensa bajo condición de anonimato dijeron que lo importante es que hay delegaciones de todos los países americanos —excepto Cuba, Nicaragua y Venezuela— y que estas tienen la facultad de firmar acuerdos migratorios, aunque no estén los presidentes. «Confiamos en que los países que firmen la declaración sobre migración se comprometan con sus objetivos. Y eso incluye a México. El Gobierno mexicano estará representado a nivel ministerial por el canciller en Los Ángeles. Ha participado plenamente en el desarrollo de la iniciativa migratoria que se pondrá en marcha esta semana. Y creemos en todos los sentidos que están plenamente comprometidos con ella».

De la lista final está ausente la delegación venezolana. La Casa Blanca, por razones que no ha explicado, no ha invitado a Juan Guaidó , a quien desde 2019 reconoce como representante legítimo del pueblo venezolano como líder de la Asamblea Nacional. Guaidó sí estuvo invitado a la cumbre de democracias que Biden organizó a finales de 2021, y a la que, de nuevo, no acudió López Obrador , aunque era toda por videoconferencia. Entonces el mandatario mexicano ni siquiera se molestó en enviar a su canciller, sino que le representó el embajador en Washington, Esteban Moctezuma.

La oficina de la vicepresidenta ha preparado un ambicioso plan que incluye más de 1.900 millones de dólares (casi 1.800 millones de euros al cambio actual) en compromisos de inversión de empresas privadas en la zona, para crear puestos de trabajo que fomenten el crecimiento económico y disuadan a los jóvenes adultos de abandonar sus hogares, solos o con sus familias. En esas inversiones se incluyen 700 millones de dólares para las redes móviles en Guatemala, Honduras y El Salvador y 270 millones de dólares de Visa para promover pagos digitales, entre otros.

Las inversiones públicas que contempla la Casa Blanca en esa zona son de apenas 300 millones. En realidad un paquete de ayuda de 4.000 millones de dólares para Centroamérica que se tramita en el Capitolio ha quedado encallado, sin visos de prosperar de forma inmediata por falta de apoyos. Biden también anunciará una ambiciosa r eforma del Banco Interamericano de Desarrollo .