Irán intentó derribar un dron de EE.UU. en el golfo de Omán

Apenas unas horas después de los ataques con explosivos contra un buque japonés y otro noruego, la Casa Blanca acusó directamente a la república islámica de estar detrás de ellos alegando que tenía pruebas suficientes de su culpabilidad. Ahora, el gobierno norteamericano revela de este modo que tiene material grabado por el dron en la zona de alta mar en aguas internacionales donde los buques fueron atacados.

El dron, un Predator B, está diseñado para vigilancia de larga duración y gran altitud, y puede ser operado por la Armada norteamericana. Según CNN quienes lo operaban en las fuerzas armadas de EE.UU. «observaron buques iraníes acercándose a los petroleros» antes del ataque.

El Comando Central del Pentágono no ha difundido esos vídeos del dron, aunque el viernes sí reveló otras imágenes grabadas a bordo de un destructor que mostraban cómo un barco militar iraní retiraba lo que parecía un explosivo de uno de los petroleros.

Según el Comando Central, que supervisa las operaciones militares de EE.UU. en Oriente Próximo, los buques de la Armada detectaron dos llamadas de socorro el jueves a las 06:12, hora local, y a las 07:00. El destructor USS Bainbridge, a 40 millas náuticas, se desplazó a prestarles auxilio y a las 08:09 se encontró con un buque de la Guardia Revolucionaria , el IRGC Hendijan, pegado a uno de los petroleros, el Altair, de bandera noruega.

Seis horas después, el buque iraní, que en teoría se encontraba allí para ayudar en el rescate de los tripulantes de los petroleros, extrajo un objeto no identificado del lateral del otro buque, el japonés Kokuka. Según dijo el viernes el presidente Donald Trump en una entrevista televisiva, «estaban retirando un explosivo que no estalló y que aseguro que tenía el nombre de Irán escrito por todas partes ».

El mes pasado, el Pentágono alertó a la Casa Blanca del aumento del riesgo de ataques por parte de Irán, arrinconado por las sanciones de EE.UU. tras la salida unilateral de este último del acuerdo de desarme nuclear. El presidente Trump ordenó el despliegue de un millar de soldados en el Golfo y autorizó que el portaaviones USS Abraham Lincoln se desplazara del Mediterráneo a aguas de Irán.

Aquella decisión provocó la protesta del gobierno español, que decidió retirar una fragata, la Méndez Núñez, del grupo naval que acompaña al USS Lincoln. Aunque la Casa Blanca no respondió oficialmente, sí advirtió de que no sólo EE.UU, sino también sus aliados, estaban en peligro en el Golfo. Ahora, según Washington, la república islámica ha atacado intereses comerciales europeos y japoneses.

Por el estrecho de Ormuz pasa un 20% del crudo que se mueve cada día a nivel mundial. Ya el mes pasado fueron atacados dos petroleros con bandera de Arabia Saudí y ahora el gobierno de ese país ha pedido a loa comunidad internacional una respuesta decisiva ante el riesgo de un encarecimiento del crudo. Del mismo modo se ha pronunciado Emiratos Árabes Unidos, que ha acusado abiertamente a “un grupo estatal” [la Guardia Revolucionaria iraní, probablemente] de estos ataques.

La tripulación del petrolero noruego llegó ayer a Emiratos, tras dos días retenida en Irán después de que fueran entregados a este por un navío con bandera de Dubái. El destructor norteamericano fue capaz de llegar antes a los marineros a bordo del japonés Kokuka, los rescató y se negó a entregarlos a Irán.