Guillermo Lasso, el pragmático exbanquero que asume el poder en Ecuador

El hombre hecho a sí mismo fundó el movimiento político CREO con el que ha llegado al poder

Guillermo Lasso, tras recibir sus credenciales como presidente electo el pasado 19 de mayo Afp

Thalía Flores

23/05/2021
Actualizado 24/05/2021 a las 04:58h.

A Guillermo Lasso Mendoza (Guayaquil, 1955) todos los caminos le conducían a buscar la Presidencia de la República. Debió haberlo intuido cuando ejerció como gobernador del Guayas, luego ministro de Finanzas y después embajador itinerante. En todas esas funciones siempre alguien más tenía la última ... palabra, esa a la que él se había acostumbrado durante los 18 años que ejerció la presidencia ejecutiva del Banco Guayaquil. Allí debió haber asumido que, para cambiar y ser responsable de los hechos, hay que ser quién tome las decisiones. Y liderarlas. Apenas dos años después de dejar la Gobernación, en el año 2000, formó el instituto Monte Piedra, para ayudar a jóvenes guayaquileños a obtener una profesión en áreas técnicas, financiando de su propio peculio. Años después, en 2005, creó la Fundación Ecuador Libre, un ‘think tank’ para analizar el país y elaborar políticas sustentadas en principios liberales y solidarios.

En el camino hacia el poder político, Lasso hizo todos los deberes: En 2011, publicó ‘Carta a mis hijos’, una obra autobiográfica de su vida familiar y laboral y, en julio de 2012, ‘Otro Ecuador es posible’, donde plasmó sus ideas políticas. Pocos meses después formó el movimiento político Creando Oportunidades (CREO) junto, entre otros, a César Monge, Mae Montaño y Patricio Donoso, quienes integran hoy su Gabinete, como ministros de Estado.

La vida de Guillermo Lasso, casado con María de Lourdes Alcívar, padre de cinco hijos y abuelo de siete nietos, no siempre fue fácil. Siendo el menor de once hijos, debió trabajar para costearse sus estudios. A los 15 años, en la Bolsa de Valores de Guayaquil escribía en un pizarrón las cotizaciones y luego trabajó como auxiliar de cobranzas en la Casa Möeller Martínez. Siete años después fue gerente de ProCrédito, una entidad financiera.

Después de criticar a TikTok pasó a usar esta red en la segunda vuelta y logró sacar 20 puntos a Arauz

La buena salud también le ha sido esquiva, desde 2013. Tras perder su primera campaña frente a Rafael Correa, quien ganó la reelección, Lasso y su familia fueron al Camino de Santiago, en España. Allí sufrió un accidente que le llevó al quirófano del hospital más cercano, en Lugo. Un mal procedimiento al aplicarle la anestesia, le dejó secuelas en la médula espinal.

A pesar de varias intervenciones quirúrgicas, hoy debe usar bastón. Con una disciplina prusiana autoimpuesta, por años hacía gimnasia todas las madrugadas en su casa, en la acomodada zona de Samborondón, en Guayaquil, antes de ir a residir en Quito. Muy entregado a su familia, de Lasso se sabe que es poco dado a las fiestas, pero que le gusta conversar. Dicen que, algunas veces, enviaba su avión privado para recoger a sus amigos y asesores, en la capital.

Lasso, con su esposa María De Lourdes Alcivar Efe

En busca de la primera magistratura, más de una vez, Guillermo Lasso ha debido reemplazar sus palabras por los resultados, lo que para algunos se trata de adaptabilidad y pragmatismo, aunque a los ojos del cineasta Carlos Andrés Vera, quien ha estado junto a Lasso desde hace 10 años, se trata de ese tipo de personas tocadas por alguna varita mágica, capaces de hacer que aquello que se proponen, suceda.

Magia o no, Lasso ha debido enmendarse más de una vez. De severo crítico de TikTok, en la segunda vuelta lo usó, intensamente. Dicen que fue decisivo para revertir los 12 puntos que le separaba del correísta Andrés Arauz. Y sacar 20 más. El impacto fue enorme. Grabó los vídeos usando zapatos y americana rojos. «Lasso volvió a ser lo que es: un tipo sencillo de la Costa, al que le encanta la ropa casual; antes le encorsetaban para darle solemnidad, un absurdo», anota Jaime Durán Barba, el estratega que le llevó a la victoria. Hoy, Lasso usa esa red para responder, incluso, temas políticos de fondo.

Contrario al aborto

Sus convicciones religiosas también han estado siempre en debate, pero ha abandonado el dogmatismo. Opuesto al aborto, a poco de ganar la Presidencia, sorprendió al declarar que respetará el fallo de la Corte Constitucional para despenalizar el aborto en casos de violación. «Como hombre católico seguiré viviendo de acuerdo a mis creencias, pero como presidente electo haré todo lo que esté en mi poder para hacer respetar los principios de un sistema plenamente republicano y democrático», dijo. «Hizo bien en acatar, no podía contradecir a la Corte Constitucional», comenta el politólogo César Ulloa.

Ahora gobierna con la Izquierda Democrática y se aleja de su antiguo aliado, el Partido Social Cristiano

Antes de asumir el poder, Lasso ha tenido un veloz aprendizaje de la real politik. Pedagogía pura y dura. En 2013, la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) impidió que el líder indígena de Pachakutik, Auki Tituaña, sea su candidato a la vicepresidencia, «por ser un banquero». Ahora, Pachakutik y la Izquierda Democrática tienen un acuerdo parlamentario con CREO, mientras el aliado con el que Lasso ganó las elecciones, el 11 de abril, el Partido Social Cristiano (PSC) está en la oposición, junto al movimiento Unes, de Correa.

De banquero a presidente, Lasso parece haber asumido los códigos de la democracia, que imponen escuchar a la gente que, ahora, se expresa en las redes. De allí salió el repudio a un pretendido acuerdo entre CREO, PSC y Unes, que implicaría revisar los procesos judiciales del sentenciado expresidente. A él no le importó soltar la mano de sus aliados de campaña. El gobierno de Guillermo Lasso se inaugura, hoy, y una nueva página de la historia de Ecuador está por ser escrita, en medio de una pandemia y una crisis fiscal y ética enormes. Hará falta mucho más que pragmatismo.