El Gobierno conservador de Portugal cumple cien días con la popularidad en máximos
Passos Coelho ha tomado las más severas medidas de ahorro público que recuerda esta generación de portugueses
El Gobierno conservador de Portugal cumple cien días con la popularidad en máximos
La popularidad de los conservadores portugueses está en su mejor momento cuando cumplen cien días en el Gobierno marcados por la adopción de las severas medidas económicas exigidas en el programa de rescate financiero del país.
El Partido Social Demócrata (PSD, ... centro-derecha) del primer ministro Pedro Passos Coelho sube, en un sondeo publicado este miércoles, hasta el 47,1% de la intención de voto, más de ocho puntos respecto al 38,6% con el que ganó las elecciones legislativas del 5 de junio.
El primer ministro, más popular que Cavaco Silva
En cambio, el Partido Socialista que le precedió en el Ejecutivo baja, al igual que el resto de las formaciones políticas lusas, y obtiene un 23,3%, casi cinco puntos por debajo del 28% logrado en los últimos comicios, que le convirtieron en el principal partido de la oposición tras cinco años en el poder.
En las opiniones sobre líderes políticos que recoge la encuesta, de la empresa Marktest y publicada mensualmente por varios medios de comunicación, el primer ministro destaca también como el político más popular de Portugal y aventaja al presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva.
Passos Coelho obtiene un 45% de respaldo -frente al 33 que registraba al asumir el poder- y Cavaco logra un 40%. El nuevo líder de los socialistas, Antonio José Seguro, que sustituyó al dimisionario José Sócrates, cosecha un apoyo del 28,6%, similar al resultado electoral obtenido por su antecesor en junio.
Duras medidas de ahorro
El aumento del apoyo electoral y la popularidad del PSD y Passos Coelho se produce pese a las duras medidas económicas aprobadas en sus cien días de gestión para cumplir los acuerdos del rescate financiero del país, suscrito en mayo con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Desde que asumió el poder el pasado 21 de junio el primer ministro luso, de 47 años, ha comparecido varias veces en la televisión y el Parlamento para anunciar las más severas medidas de ahorro público que recuerda esta generación de portugueses.
Severas medidas de ahorro público
Entre otras decisiones para reducir el déficit fiscal del país el Gobierno conservador aplicó un impuesto al salario equivalente a la mitad de la paga de Navidad, subió los precios del transporte público, la electricidad y el gas, suspendió las inversiones públicas y recortó los subsidios sociales.
Además ha puesto en marcha la venta de las principales empresas con capital del Estado y una reducción de altos cargos, funcionarios y entidades en la Administración central y municipal.
Pese al plan de saneamiento financiero y a los 78.000 millones de euros que está recibiendo de la UE y el FMI, Portugal sigue sufriendo la presión de los mercados de deuda, cuyos efectos en la economía nacional se han sumado a los de la recesión que vive el país.
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