Las flotillas de Nigel Farage y Bob Geldof se insultan en el Támesis

La estrella del rock, más conocido como activista filantrópico que por su música («I don´t like Mondays» es su único éxito y data de 1979), llamó «fraude» al líder eurófobo de UKIP a través de la megafonía que instaló a bordo de su navío, llamado el «Sarpedon». El político populista le respondió tachándolo de «personaje molesto y vergonzoso».

Farage, el hombre que jamás dice no a una buena pinta , había hecho un gran esfuerzo para lo que son sus estándares: se levantó a las cinco de la mañana para remontar el Támesis desde el puerto de Ramsgate, en Kent, con una flotilla de treinta embarcaciones a favor del Leave . Su misión era defender los derechos de los pescadores, que según él y los suyos han sido machacados por la UE.

Al mediodía llegaron al centro fluvial de la capital. Pero al pasar bajo el Puente de Londres les salió al encuentro la flota Remain de Bob Geldof . El barco del cantante se puso al costado del de Farage y comenzó a arremeter contra él verbalmente y hacer gestos burlones. La verdad es que aquello parecía una comedia de la vieja productora Ealing, con Geldof con su visera blanca camisa holgada de listas y Farage vestido de patrón de yate, con su americana cruzada y una de sus imposibles corbatas amarillas. A grito pelado , el músico lanzó al capitán rival tres argumentos bastante lúcidos : el Reino Unido es el país de la UE que más gana con la pesca, el segundo con más cuota tras Dinamarca y el tercero en volumen de descargas. «Tú no eres un pescador, amigo», vociferaba Geldof, que también le recordó al europarlamentario Farage que solo ha acudido a una de 43 reuniones sobre pesca en el Parlamento de Estrasburgo.

El político optó por ponerse digno y señaló que «antes nos manifestábamos contra el establishment, pero ahora es el establisment quien protesta contra nosotros». Describió a Geldof como un «multimillonario», al que nada importa «la gente destruida por la política pesquera de la UE».

A las doce y media la gresca náutica ya estaba a la altura del Parlamento, donde comparecía Cameron , que acabó viéndose obligado a hablar del asunto y aseguró que «los pescadores no encontrarán un mejor acuerdo fuera de la UE». La policía pidió en algún momento a la marinería que bajase un poco el volumen, pero reconoció que la liza fue bastante amistosa.