EE.UU. advierte de que lo peor de la evacuación de Kabul «está por llegar»

El presidente del país, Joe Biden , fue informado por su equipo de seguridad nacional, que incluye a militares y diplomáticos en el terreno, de que «otro ataque terrorista en Kabul es probable» y de que «los próximos días de la misión serán los más peligrosos hasta la fecha», según un comunicado compartido por la portavoz de la Casa Blanca , Jen Psaki. Esos próximos días son cuatro, los que quedan hasta que termine el plazo –exigido por los talibanes y que Biden se ha mantenido firme en su cumplimiento– del 31 de agosto para la retirada de todas las tropas estadounidenses del país.

Durante ese tiempo, EE.UU. compaginará el repliegue de tropas con las labores de evacuación, según informó este viernes el Pentágono. «Nuestro plan sigue siendo acabar con la misión a final de mes», reiteró el portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby . «Seguiremos sacando evacuados hasta el último día», añadió.

EE.UU. todavía mantiene más de 5.000 efectivos en el aeropuerto de Kabul, casi la totalidad del despliegue que Biden ordenó para ejecutar la evacuación , y ese número irá menguando en los próximos días hasta el final de la operación. Kirby advirtió, sin embargo, de que no se dará información del número de tropas que quedan en Kabul durante los próximos días.

En las 24 horas previas a la mañana del viernes salieron del aeropuerto de Kabul 12.500 personas , detalló el general William ‘Hank’ Taylor. De ellas, 8.500 lo hicieron en vuelos operados por el ejército de EE.UU. y el resto en aviones de otro países aliados.

Es un número muy inferior a los más de 20.000 que salieron en un solo día a comienzos de semana y da muestra de los problemas para que los afganos que colaboraron con EE.UU. y otros países aliados, además de otros que pueden estar en riesgo –activistas, periodistas, funcionarios–, puedan acceder al aeropuerto.

El cierre de accesos , los controles talibanes fuera del aeropuerto y la amenaza terrorista lo hacen casi imposible para muchos. Este viernes, a pesar de que la posibilidad de nuevos ataques era «creíble» y «específica», según reconoció el propio Pentágono , una muchedumbre seguía en los alrededores del aeródromo. Era una muestra de la desesperación de muchos por lograr salir del país, con la cuenta atrás del repliegue de EE.UU. ya en marcha.

Lo que ocurra una vez que el último avión de EE.UU. abandone Kabul el próximo martes es una incógnita. La mayoría de países –entre ellos el Reino Unido o España– han dado por concluida su operación de evacuación.

Un portavoz de los talibanes llegó anoche a anunciar que habían tomado el control de parte del aeropuerto de la capital afgana, pero el Pentágono lo negó.

Es evidente que quedarán decenas de miles de personas que quieren salir del Afganistán de los talibanes y no lo podrán haber logrado cuando concluya el plazo. Algunas estimaciones de organizaciones humanitarias sitúan ese número en más de 200.000 afganos que colaboraron con EE.UU. o que estarán en riesgo bajo el nuevo régimen islamista.

Washington no tiene una solución clara para ellos. Biden ha dado señales claras de que EE.UU. no permanecerá ni un minuto más en Afganistán y está por ver qué mecanismos pueden quedar sobre el terreno para que continúe la evacuación. «No voy a especular sobre qué puede pasar cuando acabe esta misión», dijo Kirby, que aseguró que el Gobierno «usará diferentes vías para ayudar a estadounidenses a salir después de que nuestra presencia militar haya finalizado».

Los talibanes han defendido que quieren que EE.UU. y sus aliados mantengan presencia diplomática en Afganistán tras la retirada del ejército. Washington no ha comunicado de forma específica si quedará representación diplomática a partir del 31 de agosto, pero todo apunta a que no sea así. La gran mayoría de su personal consular, que desde la toma de Kabul por los talibanes trabaja en un edificio dentro del aeropuerto, saldrá de Afganistán este fin de semana. «El presidente ha instruido al secretario de Estado que continúe los esfuerzos diplomáticos con socios internacionales para asegurar que hay maneras para que nacionales de terceros países y afganos con visados salgan del país incluso después de la retirada del ejército», dijo Psaki en su comunicado. Una de las posibilidades que se maneja es que Turquía tome el control operativo del aeropuerto de Kabul tras la salida de EE.UU.

El general Taylor también confirmó que el jueves solo se produjo un ataque terrorista, no dos, como el propio Gobierno de EE.UU, había informado en un principio. El general describió el que sufrió la puerta Abbey del aeropuerto como un «ataque con un chaleco suicida », seguido de « tiroteos desde posiciones enemigas». La explosión que se presumió en el hotel Baron, en las inmediaciones del aeropuerto y donde el Reino Unido tramitaba la salida de afganos y nacionales, no se produjo.

Biden volvió a referirse ayer al atentado, desde el Despacho Oval, durante la visita del primer ministro de Israel, Neftalí Bennett . «Es una misión que vale la pena», dijo sobre la evacuación, ahora bajo la sombra de grandes pérdidas humanas. «La completaremos».