Dos británicos y el hijo de un tercero, entre los muertos en el atentado junto al aeropuerto de Kabul

«El despreciable ataque de ayer subraya los peligros que enfrentan los afganos y refuerza por qué estamos haciendo todo lo posible para sacar a la gente. Estamos ofreciendo apoyo consular a sus familias», declaró Raab, cuyo liderazgo en la gestión de la crisis ha sido muy criticado, sobre todo por su negativa a liderar la respuesta británica cuando los talibanes tomaron el poder, debido a que se encontraba de vacaciones en Grecia. «Los terroristas nunca nos intimidarán», advirtió el ministro, que añadió que «no le daremos la espalda a quienes miran hacia nosotros en este momento de necesidad».

Esta última afirmación no sería, sin embargo, del todo cierta, ya que el propio ministro de Defensa, Ben Wallace , reconoció este viernes que el Reino Unido ha entrado en la etapa final de su operación de evacuación y que no se llamará a más personas para que acudan al aeropuerto, sino que los esfuerzos se centrarán en sacar a las aproximadamente mil que ya están ahí y que cuentan con autorización para salir.

«Lamento profundamente que no todos hayan podido ser evacuados durante este proceso», aseveró. Se calcula que más de mil personas elegibles para ser evacuadas a territorio británico no podrán hacerlo.