Los clamorosos fallos de seguridad que propiciaron el asalto al Capitolio de EE.UU.
Las barreras para contener a los seguidores de Trump fueron insuficientes pese a que se había anunciado con antelación que habría manifestaciones
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Iniciar sesiónTodavía perplejos por las inéditas imágenes del asalto al Capitolio , muchos en Estados Unidos se preguntan cómo fue posible que una turba de exaltados, espoleados por el propio Donald Trump , profanara la sede de la democracia de la mayor potencia ... mundial.
En EE.UU., un país obsesionado con la seguridad tras los atentados del 11-S, se dedican grandes esfuerzos a proteger sus instituciones y, sin embargo, eso no impidió los incidentes que obligaron a interrumpir la sesión conjunta de las dos cámaras en la que se iba a certificar la victoria de Joe Biden en las elecciones del pasado 3 de noviembre.
Los intrusos rompieron ventanas del imponente edificio, uno de los iconos de la ciudad, y accedieron a las instalaciones tanto del Senado como de la Cámara. Una mujer murió por disparos en el interior del edificio del legislativo, aunque se ha informado de un saldo total de cuatro víctimas mortales durante los incidentes . Unas escenas que parecían sacadas de una película de Hollywood y para las que todavía no hay una explicación clara.
El único precedente que se recuerda es la toma del edificio y su incendio por los británicos en 1814, durante la guerra de 1812 , un episodio en el que los invasores también plantaron fuego a la Casa Blanca.
El Capitolio, sede tanto de la Cámara de Representantes como del Senado, cuenta con su propio cuerpo policial, formado por nada menos que 2.000 agentes para custodiar tanto el edifico como el recinto que lo rodea, a los que se añade un equipo de 300 civiles. Para ello está dotado de un presupuesto anual que ronda los 500 millones de dólares .
Su historia se remonta al año 1800, cuando el Congreso de EE.UU. se trasladó desde Filadelfia a la nueva capital, Washington , y se contrató a un vigilante para su protección. Fue a raíz de unos incidentes en 1827 cuando se decidió reforzar este precario dispositivo, de modo que al año siguiente se aprobó por ley una pequeña fuerza que con el tiempo ha evolucionado hasta convertirse en la actual Policía del Capitolio, supervisada por sendos comités de las dos cámaras. Precisamente existe ahora un plan estratégico para el periodo 2021-2025 que pretende modernizar este cuerpo para adaptarlo a las circunstancias actuales y tratar de cumplir mejor con sus cometidos.
Una semana antes del asalto de este miércoles al Capitolio, la policía que lo custodia había avanzado que incrementaría la seguridad durante la sesión conjunta para el recuento de los votos del Colegio Electoral y la certificación del resultado electoral, dado el ambiente de tensión que ya se respiraba entonces y las manifestaciones que se preveían. Una portavoz, Eva Malecki, señaló que se estaban monitoreando y valorando «amenazas nuevas y emergentes», con el objetivo de «mantener a aquellos en el interior del complejo del Capitolio a salvo y seguros».
Pero a la vista de lo sucedido, el dispositivo resultó ineficaz. Acceder a las escalinatas del Capitolio es ya un acto ilegal, mucho más irrumpir en su interior.
«Sabían que un grupo enorme estaba viniendo y no hicieron ningún preparativo para controlar a la multitud»
Timothy Dimoff
Exmiembro de los SWAT
«Sabían que este grupo estaba viniendo, sabían que iba a ser enorme, pero no hicieron ningún preparativo para controlar a la multitud, como colocar vallas, barricadas y estructuras de cemento para impedir el tráfico y el flujo de personas», señaló a Bloomberg Timothy Dimoff, un miembro de las fuerzas especiales SWAT y hoy responsable de una consultora de seguridad.
La multitud procedente de la arenga de Trump, en la que el presidente aseguró que nunca se rendiría ni reconocería su derrota en las urnas , llegó hasta la barrera policial establecida ante la escalinata principal del edificio, en la fachada oeste. Es el lugar donde se celebra la ceremonia de inauguración cuando toma posesión cada presidente y adonde acudirá Joe Biden a jurar el cargo el próximo 20 de enero.
Gran número de ellos, ataviados con parafernalia trumpista, lograron superar esa barrera y acceder a los peldaños. La Policía del Capitolio respondió con gases lacrimógenos, pero rápidamente se vio superada por los enardecidos manifestantes, que enseguida se esparcieron por el exterior, tanto por el lado oeste como este, algunos de ellos escalando muros.
Finalmente, lograron entrar en el edificio rompiendo una de las ventanas, así como a través de las puertas que dan acceso a la Cámara de Representantes. A partir de entonces se pasearon durante horas diversos espacios de ambas cámaras, incluido el salón de plenos del Senado, y se introdujeron en el despacho de la presidenta de la Camara de Representantes, Nancy Pelosi .
Posible connivencia de algunos agentes
A los posibles fallos en el dispositivo de seguridad se suma la posible connivencia de parte de los propios agentes del Capitolio con los insurgentes. Se han difundido en las redes sociales imágenes de vídeo que muestran a un policía haciéndose una foto con uno de los asaltantes dentro del Capitolio y a otros retirando vallas y permitiendo el paso a los alborotadores.
DC Protest Police Officer TAKES SELFIE with Trump Supporter: PROOF Coup ... https://t.co/ZhmgvBWucJ via @YouTube
— Kennedy (@kensimmo) January 7, 2021
Do you think the cops were in on this attempted coup?
Otros cuerpos de seguridad actuaron después, pero ya tarde para contener a la turba. Hacia las tres de la tarde, hora local, la Guardia Nacional del Distrito de Columbia (en el que está Washington) llamó a 1.100 efectivos para contribuir a restaurar el orden, según el secretario del Ejército, Ryan McCarthy.
Al contrario que en los estados, donde la Guardia Nacional depende del gobernador y este la puede activar declarando un estado de emergencia, en el Distrito Columbia, por su especial condición como sede de la capital, es la única que reporta directamente al presidente de EE.UU.
Además, acudieron para sofocar los disturbios agentes de la Policía Metropolitana de Washington, así como refuerzos de los vecinos estados de Virginia y Maryland.
El presidente del comité de la Cámara que supervisa a la Policía del Capitolio, el demócrata Tim Ryan , denunció tras el asalto «enormes fallos estratégicos y de planificación de la Policía del Capitolio, del sargento de Armas y el resto de quienes participaron en la coordinación este esfuerzo aquí».
«Hubo enormes fallos estratégicos y de planificación (...) Hay personas que se van a quedar sin trabajo muy pronto»
Tim Ryan
Presidente del comité de la Cámara que supervisa a la Policía del Capitolio
«Este es el edificio del Capitolio de Estados Unidos, con el Congreso de Estados Unidos en sesión tratando el proceso de elección presidencial», se quejó.
En este sentido, Ryan apuntó que en breve rodarán cabezas. «Creo que está claro que va a haber un número de personas que se van a quedar sin trabajo muy, muy pronto, porque esto es una vergüenza».
De hecho, poco después se conocía que el jefe de la Policía del Capitolio, Steven Sund, presentaba su dimisión .
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