La Cenicienta del «Principito» chino

Curiosamente, Peng Liyuan es mucho más famosa que su esposo, el típico tecnócrata gris que, al nacer en junio de 1953 en el seno de una familia de héroes de la Revolución, es conocido como uno de los «principitos» de China . Frente a su carácter reservado y su falta de carisma, su mujer saltó a la fama en 1982, cuando protagonizó uno de los momentos estelares de la primera gala televisada de la Fiesta de la Primavera , como se denomina en mandarín al Año Nuevo Lunar . En China aún se recuerdan las canciones que interpretó Peng: «En el campo de los mejores deseos» y «Te quiero, nieve de Mongolia».

Con sólo 20 años, la prometedora soprano cumplía los sueños de su infancia, cuando en su pequeño pueblo de Yuncheng fantaseaba con tener un piano y convertirse en una conocida cantante. Animada por sus padres, que dirigían la «troupe» de artistas locales, Peng Liyuan dio el «Gran Salto Adelante» hacia la popularidad.

Su exitosa aparición en el primer programa del Fin de Año chino la catapultó a la fama y la convirtió en uno de los rostros más amables del régimen, que por entonces daba sus primeros pasos hacia la apertura social y económica guiado por el «Pequeño Timonel», Deng Xiaoping .

Gracias a su Máster en música vocal nacional, el primero de China, Peng Liyuan fue nombrada general del Grupo Coral y de Baile del Ejército Popular de Liberación . Un puesto que compaginó con la vicepresidencia de la Federación de las Juventudes Chinas y con sus clases como profesora de la Academia de la Universidad de Shanghái .

Galardonada con numerosos premios, en julio de 1985 ingresó en el Partido Comunista de China y un año después, a finales de 1986, conoció a Xi Jinping, quien por entonces empezaba su carrera política. En segundas nupcias para él, se casaron el 1 de septiembre de 1987 y tienen una hija, Xi Mingze , de 18 años.

Desde que su marido empezó a perfilarse como el sucesor del presidente Hu Jintao hace cinco años, la censura que impera sobre los medios chinos ha protegido con celo la vida privada de esta estrella de la canción. Muchas de sus fotografías y retratos familiares están bloqueados en internet y las pocas imágenes disponibles la muestran con su uniforme de general o visitando a los damnificados por el demoledor terremoto de Sichuan en mayo de 2008.

Separados por las obligaciones de Xi Jinping, la pareja rara vez se deja ver junta en público, aunque a ella le gusta pasearse de vez en cuando por los mercados de frutas y verduras. Una muestra más de su carácter natural y familiar, que aflora cuando asegura que «en mi casa no veo a mi marido como a un dirigente, sino sólo como a mi esposo».

Cuando Xi Jinping se convierta en el próximo presidente del país más poblado del mundo, China tendrá por fin una primera dama con «glamour», la Cenicienta del «principito».