Avalancha mortal en un concierto en Rabat
El Festival Mawazine de Marruecos echó anoche el cierre de manera trágica. Una avalancha de público al final de uno de los conciertos acabó con la vida de once personas, según fuentes del Gobierno. Los fallecidos son cinco mujeres, cuatro hombres y dos menores.
El ... cantante marroquí Abdelaziz Stati acababa de retirarse del escenario del estadio del popular barrio de Nahda, en Rabat, cuando varias decenas de miles de personas se encaminaban hacia las puertas. Era poco después de la media noche.
«Había habilitadas dos puertas de salida, pero una de ellas estaba cerrada y todo el mundo se encaminó hacia la otra», explica a ABC, Yousef, de 25 años, uno de los cuarenta heridos. El joven abandonaba a primeras horas de esta mañana de domingo el hospital Ibn Sina ayudado por dos familiares.
En la calle, varias decenas de familiares se agolpan a la espera de noticias de los suyos. Fátima, de la vecina ciudad de Salé, tiene a dos hijos heridos y llora desconsolada porque su marido, Mohamed, no aparece entre los hospitalizados y había acudido con ellos al concierto.
En el lugar de la tragedia, permanecen derribados una decena de metros de la valla de hierro que delimita el perímetro exterior del estadio. A su alrededor, zapatillas de deporte, chancletas, babuchas, calcetines, prendas de vestir, botellas de alcohol y refrescos y otros objetos arrancados a los que trataban de huir en medio del tumulto.
El Festival Mawazine, con cerca de tres millones de euros de presupuesto, se ha aupado tras ocho ediciones como el más potente de la prolífica escena marroquí. Por Rabat han pasado, entre muchos otros, Ennio Morricone, Eliades Ochoa, Al di Meola, Emir Kusturica, Khaled, Buika, Ojos de Brujo, Amadú y Marian, Misia y Kylie Minogue.
Mientras terminaba de cantar Abdelaziz Stati y se producía la mortal avalancha, a un par de kilómetros y en un escenario situado junto al hotel Hilton, cantaba Stevie Wonder ante decenas de miles de personas. El cantante norteamericano ha sido este año la estrella de un centenar de conciertos celebrados en la capital en poco más de una semana.
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